EE.UU. incautó un petrolero frente a Venezuela y crece la tensión con Maduro
Estados Unidos incautó un petrolero cerca de Venezuela. Trump afirmó que Maduro “tiene los días contados”. La operación se realizó sin resistencia.
Estados Unidos se apoderó de un petrolero frente a la costa de Venezuela en una operación que representa una nueva escalada en la presión del gobierno de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro. El presidente anunció la incautación durante un evento en la Casa Blanca y afirmó que el líder chavista “tiene los días contados”, sin ofrecer detalles adicionales. Según Trump, se trata del “más grande jamás incautado” y el gobierno publicará fotos del operativo.
De acuerdo con dos funcionarios estadounidenses, la Guardia Costera incautó el petrolero la mañana del miércoles en aguas internacionales, tras una “planificación deliberada” y sin resistencia de la tripulación. No hubo víctimas. El episodio coincidió con la entrega formal del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, quien permanece en la clandestinidad y cuya hija recibió la distinción en Oslo.
Desde su cuenta de X, el dirigente opositor venezolano Carlos Paparoni aseguró que el barco es el buque Azure, una embarcación que habría zarpado de Venezuela para colocar petróleo en el mercado negro internacional, evadiendo controles y sanciones mediante rutas vinculadas a redes criminales asociadas al régimen de Nicolás Maduro.
La operación se enmarca en un régimen de sanciones estadounidenses de gran alcance contra PDVSA, que limita fuertemente su capacidad de operar en los mercados globales. Washington prohíbe a compañías marítimas, aseguradoras, bancos y proveedores de servicios facilitar exportaciones de crudo venezolano.
La ofensiva contra el petrolero se suma a una serie de acciones de presión. Esta semana, dos cazas F16 de Estados Unidos sobrevolaron los cielos venezolanos en el golfo de Maracaibo, un movimiento que sigue a los ataques contra al menos 22 pequeñas embarcaciones en el Caribe y el Pacífico desde septiembre, bajo acusaciones de narcotráfico. Estas operaciones dejaron más de 80 muertos y generaron un fuerte repudio de organizaciones de derechos humanos y de congresistas estadounidenses, que denuncian que los tripulantes son ejecutados sin juicio ni debido proceso.
