El FMI prevé más deuda externa y crecen las dudas sobre las bandas cambiarias
Mientras Luis Caputo afirma que busca reducir la dependencia de Wall Street, el Fondo Monetario proyecta nuevas emisiones de deuda en dólares y los bancos advierten sobre el esquema cambiario.

A contramano del discurso oficial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que Argentina vuelva a emitir deuda externa a partir de 2026, en un contexto en el que persisten las dudas de los bancos internacionales sobre la solidez de las nuevas bandas cambiarias. La proyección choca con la estrategia que plantea el ministro de Economía, Luis Caputo, quien sostiene que el objetivo es disminuir la dependencia de los mercados financieros de Nueva York.
El cierre del año encuentra al Gobierno con el Presupuesto 2026 aprobado, pero con una agenda financiera exigente: el 1° de enero comenzará a regir el nuevo esquema cambiario y el 9 de ese mes vencen US$ 4.200 millones con bonistas internacionales. Aunque el Ejecutivo insiste en que cumplirá con sus compromisos sin recurrir a grandes emisiones externas, el FMI estima que Argentina colocará unos US$ 4.000 millones en deuda bajo ley extranjera en 2026, con tasas cercanas al 9% anual.
En sus proyecciones, el organismo multilateral prevé un acceso “moderado” y sostenido a los mercados internacionales, con un riesgo país entre 400 y 500 puntos básicos. También asume que, pese a esa nueva deuda, la exposición con el Fondo —principal acreedor del país— disminuirá gradualmente, aunque el peso de los intereses crecerá del 1,2% del PBI en 2025 al 2,2% en 2026.
En el mercado, las señales son mixtas. Consultoras privadas advierten que al Tesoro aún le faltan dólares para cubrir los vencimientos inmediatos y enumeran distintas alternativas: emisiones locales en dólares, uso de fondos del sistema financiero, préstamos REPO con bancos internacionales o acuerdos bilaterales. Ninguna opción está exenta de costos.
En paralelo, entidades financieras como BBVA señalaron que el ajuste de las bandas cambiarias por inflación brinda cierto margen para acumular reservas, pero no alcanza para despejar las dudas sobre la capacidad de afrontar la deuda sin recurrir al financiamiento externo.
