Superávit energético histórico: la balanza comercial del sector roza los US$7.000 millones en 2025
El comercio exterior de energía explicó un tercio del superávit comercial de noviembre y ya aporta US$2.061 millones adicionales en lo que va del año, impulsado por mayores volúmenes exportados y un fuerte ahorro en importaciones.

La balanza comercial energética se consolidó en 2025 como uno de los pilares del frente externo argentino y se encamina a cerrar el año con un superávit cercano a los US$7.000 millones. En noviembre, el sector registró un saldo positivo de US$858 millones, lo que representó el 34% del superávit comercial total del mes, según estimaciones de Nadin Argañaraz.
El resultado mensual se explicó por exportaciones energéticas por US$1.008 millones y un nivel de importaciones significativamente bajo, que apenas alcanzó los US$149 millones. Este desempeño confirma un cambio estructural en el sector, marcado por una menor dependencia de energía importada y un mayor protagonismo de las ventas externas.
En los primeros once meses del año, la balanza energética acumuló un superávit de US$6.911 millones, lo que implica una mejora interanual de US$2.061 millones frente al mismo período de 2024, cuando el saldo positivo había sido de US$4.850 millones.
El análisis desagregado muestra que, si bien el efecto precio fue negativo —con una pérdida de US$74 millones en noviembre y US$519 millones en el acumulado anual—, este impacto fue ampliamente compensado por el efecto cantidades. El aumento de los volúmenes exportados aportó US$405 millones adicionales en noviembre y US$2.579 millones en lo que va del año.
Desde el lado de las importaciones, el país logró un ahorro total de US$709 millones en once meses, explicado por menores precios internacionales de la energía y una reducción en las cantidades adquiridas. En paralelo, aunque la caída de precios internacionales restó US$1.106 millones a las exportaciones, el fuerte incremento en los volúmenes vendidos generó ingresos adicionales por US$2.458 millones.
La combinación de mayores exportaciones y menores importaciones permitió que el sector energético aporte US$2.061 millones extra a la balanza comercial en 2025, consolidándose como una fuente clave de divisas para la economía argentina.
