Presupuesto en tensión: el capítulo Educación complica la sanción y el Gobierno negocia hasta último momento

Un artículo que reduce garantías de financiamiento educativo y científico encendió alertas en el Senado. El oficialismo busca evitar cambios para no devolver la ley a Diputados, mientras enfrenta presión de radicales y gobernadores por fondos y deudas previsionales.

El Gobierno enfrenta este viernes una prueba clave en el Senado con el tratamiento del Presupuesto, que podría convertirse en el primero aprobado durante la gestión de Javier Milei. Aunque La Libertad Avanza confía en alcanzar los votos necesarios, la discusión en particular amenaza con abrir un frente inesperado: el artículo 30, que elimina pisos mínimos de financiamiento en educación y ciencia.

Tras aceptar la eliminación del capítulo XI en Diputados, el oficialismo intenta ahora desactivar resistencias puntuales. El artículo cuestionado modifica leyes centrales como la de Financiamiento Educativo, Educación Nacional, Educación Técnico Profesional y el sistema de Ciencia y Tecnología. En la UCR ya adelantaron su rechazo algunos senadores, como Maximiliano Abad y Flavio Fama, y si la oposición logra articular una mayoría para voltearlo, el proyecto debería volver a Diputados, un escenario que el Gobierno busca evitar por el clima político adverso en la Cámara baja.

La clave estará en la asistencia. Como la votación se define por mayoría de los presentes, el oficialismo apuesta a ausencias estratégicas de senadores alineados con gobernadores peronistas. En paralelo, los mandatarios de Provincias Unidas presionan por el reconocimiento de deudas nacionales con las cajas jubilatorias provinciales. Reclaman que el Presupuesto 2026 asigna montos muy inferiores a lo adeudado a las 13 provincias que no transfirieron sus sistemas previsionales a la ANSES.

A este escenario se suma el debate por la ley de Inocencia Fiscal, que también se vota este viernes. El fuerte aumento de multas impositivas generó alarma en empresas y aliados políticos, lo que llevó al ministro de Economía, Luis Caputo, a anunciar cambios en la reglamentación para postergar sanciones y contemplar plazos de aviso previo.

Con artículos sensibles, presiones cruzadas y negociaciones contrarreloj, el Senado se convierte en el último obstáculo para un Presupuesto que el Gobierno necesita aprobar sin modificaciones para evitar una nueva pulseada política.