Milei anunció el traslado de la embajada argentina a Jerusalén durante su histórica visita al Parlamento israelí

El Presidente confirmó que la mudanza se concretará en 2026. Respaldó el derecho de Israel a defenderse, criticó al mundo libre por sus cuestionamientos y recibió una ovación de pie de los líderes locales.
En un acto cargado de simbolismo político y diplomático, el presidente Javier Milei se convirtió ayer en el primer mandatario argentino en pronunciar un discurso ante la Knesset, el Parlamento israelí. Allí, anunció que la embajada argentina será trasladada a Jerusalén en 2026, una decisión que fue celebrada con aplausos y ovaciones por las principales autoridades del Estado de Israel, incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu y el presidente Isaac Herzog.
El mandatario argentino llegó acompañado por su hermana Karina Milei, y fue recibido con honores: alfombra roja, guardia de honor y la entonación de los himnos nacionales de ambos países. La estricta seguridad israelí impuso férreos controles de acceso, que incluso demoraron el ingreso de integrantes de la comitiva oficial, familiares y periodistas.
La ceremonia fue inaugurada por el presidente de la Knesset, Amir Ohana, quien calificó a Milei como “el mejor amigo que Israel haya tenido en la Casa Rosada”. Desde las gradas, algunos asistentes acompañaron los discursos enarbolando banderas israelíes. Aunque no todas las bancas del recinto estaban ocupadas, el evento coincidió con una sesión parlamentaria clave para la continuidad de la coalición de gobierno que encabeza Netanyahu.
Durante su intervención, Milei ratificó su firme apoyo a Israel y reclamó la liberación inmediata de los 55 rehenes aún en poder de Hamas, entre los cuales se encuentran cuatro ciudadanos argentinos. “Defiendo el derecho de Israel a existir y a defenderse”, afirmó. Además, criticó duramente a la “comunidad internacional” por no distinguir “entre el bien y el mal” al juzgar las acciones militares de Israel sobre Gaza.
Milei acompañó su discurso con citas de Mark Twain y Jorge Luis Borges, a quien recordó por su visita a Israel en 1969. “Yo admiro a Israel porque, en un mundo de cobardes, ha sido valiente, ha defendido su derecho a existir”, parafraseó el mandatario argentino, en uno de los momentos más aplaudidos de su intervención.
El punto culminante llegó con el anuncio oficial: “En 2026 haremos efectiva la mudanza de nuestra embajada a Jerusalén occidental como lo prometimos”, señaló, lo que generó una ovación de pie de los presentes. Esta decisión lo coloca en sintonía con un reducido grupo de países que han trasladado su representación diplomática desde Tel Aviv a Jerusalén, en apoyo a la posición israelí sobre su capitalidad.
Tras su discurso, Netanyahu destacó la actitud de Milei, resaltó los lazos históricos entre ambos países y, con humor, comentó haber contraído un resfrío durante su encuentro previo con el mandatario argentino. También trazó un paralelismo entre las pasiones de ambos pueblos, ironizando sobre las eternas discusiones futboleras acerca de Maradona y Messi.
El jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, también intervino en la sesión. Aunque recibió algunos silbidos al subir al estrado, expresó su gratitud hacia el mandatario argentino, reconoció el respaldo de Milei al derecho de autodefensa de Israel y destacó los logros económicos de la Argentina, que —señaló— ha logrado reducir de forma drástica sus niveles de inflación.
Milei cerró su jornada con un mensaje de esperanza para replicar en Argentina el modelo económico israelí que, según explicó, logró derrotar la hiperinflación de los años ‘80 y transformar el desierto en tierra fértil. “Viva la libertad, carajo”, exclamó, fiel a su estilo.