Cambios en ARCA y Banco Nación: más peso de Santiago Caputo y Karina Milei en áreas clave del Gobierno
Andrés Vázquez asumirá al frente de la ex AFIP, con respaldo del asesor presidencial, mientras que Darío Wasserman quedó como titular del Banco Nación por decisión directa de la secretaria general de la Presidencia.
Dos movimientos en organismos estratégicos del Estado expusieron la dinámica interna del oficialismo y el delicado equilibrio de poder entre el asesor presidencial Santiago Caputo y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. En la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Andrés Vázquez reemplazará a Juan Pazo, mientras que en el Banco Nación asumió Darío Wasserman tras el desplazamiento de Daniel Tillard.
Vázquez, hasta ahora titular de la Dirección General Impositiva (DGI) y funcionario de carrera, es señalado como un hombre cercano a Santiago Caputo, aunque su designación habría contado con el visto bueno de Karina Milei. Su llegada se produce luego de la sorpresiva renuncia de Pazo, quien alegó motivos personales y expresó su intención de volver al sector privado. En el entorno oficial minimizan una interna, aunque el ahora ex titular de ARCA había admitido en privado las dificultades para ejercer control pleno sobre el organismo.
En el Banco Nación, en tanto, el ascenso de Darío Wasserman consolidó la influencia de Karina Milei. Wasserman, que ya era vicepresidente de la entidad, integra el círculo más cercano de la hermana del Presidente y está casado con Pilar Ramírez, legisladora porteña y principal armadora libertaria en la Ciudad de Buenos Aires. La decisión de ubicarlo al frente del banco fue tomada directamente por la secretaria general de la Presidencia.
La designación de Vázquez no estuvo exenta de polémica. El nuevo titular de ARCA es investigado por presunto enriquecimiento ilícito, lavado y evasión tributaria, a raíz de la compra de inmuebles en Estados Unidos a través de sociedades offshore que no habrían sido declaradas ante la Oficina Anticorrupción. Documentación oficial del condado de Miami-Dade lo vincula además con el pago de impuestos de propiedades no consignadas en sus declaraciones juradas.
Con estos cambios, el Gobierno buscó reordenar posiciones en áreas sensibles como la recaudación fiscal y el sistema financiero público, en un contexto donde las tensiones internas persisten y cada nombramiento refleja el peso relativo de los principales actores del poder libertario.
