Mendoza abrió paso a inversiones mineras multimillonarias

Fue con una ley especial. Las empresas esperan ahora la ley de Glaciares. Buscan que las provincias tengan la llave para cuidar el agua a criterio de cada gobernador.

En lo que es una fuerte señal hacia la industria minera, ayer Mendoza convirtió en ley la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para el proyecto minero PSJ Cobre Mendocino.

Es la primera ratificación legislativa que obtiene un emprendimiento de explotación minera metalífera en esa provincia.

Así las cosas, dos discusiones parlamentarias y la reacción de la sociedad argentina en las tres semanas que quedan de 2025 marcarán el futuro de las próximas décadas para la minería.

Solo el cobre, mineral estratégico para la transición energética y el armamento militar en el mundo, promete inversiones por US$ 35.000 millones en los años que vienen.

Mendoza le dio la primera buena noticia al sector con un “cambio histórico”, mientras que el Congreso de la Nación debe debatir antes del 30 de diciembre en sesiones extraordinarias

adaptación a la

Ley de Glaciares.

La Legislatura de Mendoza sancionó ayer la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Proyecto San Jorge y revirtió institucionalmente su historia reciente de provincia antiminera. Claro que la aprobación se dio en medio de fuertes protestas que obligaron al gobierno de Cornejo a aclarar que no se trata de un cheque en blanco a una actividad resistida por el uso del agua en la provincia (ver más en esta misma página).

Ahora Alfredo Cornejo debe promulgar la ley y se abrirá una etapa de aproximadamente un año, en el que la mina trabajará en la factibilidad de su iniciativa.

San Jorge, perteneciente a la suiza Zonda Metals GmBH y al grupo argentino Alberdi, del empresario Martín Rappallini -presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA)- prevé inversiones iniciales por 559 millones de dólares para producir unas 40.000 toneladas de cobre fino por año a partir de 2028.

El proyecto, que generará unos 3.900 puestos de trabajo durante la construcción y 2.400 en la operación, está ubicado a 37 kilómetros de Uspallata y a 97 km de la ciudad de Mendoza.

Si la factibilidad tiene buenos resultados y se verifica que la ingeniería de detalle, el plan de ejecución, el análisis de costos y financiamiento cierran técnica y económicamente, la construcción empezará en 2027 y tardará entre 18 y 24 meses.

Mientras tanto, el Gobierno incluyó en el temario de sesiones extraordinarias a la “Adecuación del régimen de presupuestos mínimos para la preservación de los glacia

y del ambiente periglaciar”.

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