Tensión en España: violencia en Murcia por ataques racistas

Ultraderechistas atacaron inmigrantes en Torre Pacheco, Murcia, tras una agresión a un anciano. Hay cinco heridos, un detenido y máxima tensión social.

Violencia en una región de España tras el llamado a “cazar” inmigrantes

Torre Pacheco, en Murcia, vivió dos noches de violencia racial con enfrentamientos callejeros entre grupos de ultraderecha e inmigrantes de origen africano. El detonante fue la agresión a un anciano, cuya autoría aún se desconoce, pero que desató una oleada de ataques racistas y llamados en redes sociales a “cazar” extranjeros.

Cinco personas resultaron heridas y una fue detenida, en uno de los episodios más graves de violencia xenófoba en España desde los disturbios de El Ejido en el año 2000. Imágenes difundidas mostraron a hombres con simbología ultraderechista y jóvenes con banderas marroquíes enfrentándose con palos y objetos contundentes.

La representante del gobierno central, Mariola Guevara, advirtió sobre la proliferación del discurso del odio y señaló que el caso de la agresión al anciano sigue bajo investigación. A su vez, el alcalde de Torre Pacheco, Pedro Ángel Roca (PP), pidió no responder con más violencia y alertó sobre la llegada de agitadores externos.

La ciudad, de unos 40.000 habitantes, tiene un alto porcentaje de población inmigrante, especialmente de Marruecos, empleada mayoritariamente en el sector agrícola. Desde hace días, circulaban mensajes hostiles en redes sociales contra esa comunidad.

El presidente de Murcia, Fernando López Miras, llamó a la calma y afirmó que “ninguna agresión quedará impune”. Desde el ámbito nacional, Alberto Núñez Feijóo (PP) reclamó al gobierno central reforzar la seguridad para frenar la escalada de violencia.

En contraste, la vocera de Podemos, María Marín, denunció una “cacería racista” alentada por grupos neonazis y Vox, y la ministra Sira Rego acusó a la ultraderecha de promover persecuciones étnicas. Vox, por su parte, organizó un acto en la localidad bajo el lema “Defiéndete de la inseguridad”, en el que su referente regional José Ángel Antelo volvió a vincular inmigración con delito y prometió deportaciones masivas.

Entre tanto, testimonios de comerciantes e inmigrantes locales retratan el miedo. “Vinieron desde fuera a provocar”, dijo Ayoub, de 32 años, que tiene un negocio en San Antonio, el barrio más afectado por los disturbios. “Sabían que aquí vivimos nosotros”, agregó Omar, de 25, residente desde hace dos décadas.

Mientras tanto, la Guardia Civil desplegó refuerzos y patrullas adicionales, pero la tensión sigue latente en un municipio que se ha convertido en el foco de una crisis social que ya no puede ser ignorada.

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