Trump ordena construir buques de guerra con su nombre y lanza una “flota dorada”
El presidente de Estados Unidos anunció la construcción inmediata de dos acorazados “clase Trump”, como parte de un plan para revitalizar la industria naval y reforzar el poder militar frente a China.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la construcción de dos nuevos buques de guerra que llevarán su nombre y formarán parte de lo que denominó una “flota dorada”. Según aseguró, se tratará de naves “100 veces más poderosas” que las actuales y marcarán una nueva etapa en la modernización de la Armada estadounidense.
Los barcos serán los primeros de la denominada “clase Trump” y comenzarán a construirse de manera inmediata, de acuerdo con lo informado por el propio mandatario durante una presentación realizada en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida. Trump adelantó además que el plan podría ampliarse en el futuro hasta un total de 25 buques de este tipo.
El secretario de la Armada, John Phelan, respaldó el anuncio y describió el proyecto como una pieza central de la “flota dorada del presidente”, que será desarrollada por contratistas estadounidenses. Las empresas constructoras se reunirán con Trump en los próximos días, y los astilleros estarán ubicados en Florida.
La iniciativa se enmarca en uno de los objetivos estratégicos de la actual administración: revitalizar la industria naval de Estados Unidos y ampliar la capacidad de construcción de buques militares, en un contexto de creciente preocupación por el avance de China y las limitaciones productivas de los astilleros norteamericanos. Trump criticó con dureza a las compañías actuales del sector, al considerar que “no están haciendo un buen trabajo”.
El mandatario describió a los nuevos buques como acorazados de gran tamaño, incluso superiores a los históricos de la clase Iowa de la Segunda Guerra Mundial. Según detalló, estarán equipados con misiles hipersónicos, cañones de riel y láseres de alta potencia, tecnologías que la Armada aún se encuentra desarrollando.
El anuncio refuerza el estilo personalista del presidente, que desde hace años expresa opiniones directas sobre el diseño y la estética de los barcos militares, y consolida un modelo de gestión en el que la imagen presidencial queda asociada de forma explícita a proyectos estratégicos del Estado.
