Un empresario con conexiones internacionales detrás de la nueva etapa de Flybondi

Leonardo Scatturice, flamante accionista mayoritario de la aerolínea low cost, también dirige una consultora radicada en Miami que firmó un contrato de lobby con la Secretaría de Inteligencia argentina. Su entorno reconoce vínculos con el gobierno de Javier Milei y con el círculo cercano de Donald Trump.

Leonardo Scatturice, empresario argentino radicado en Estados Unidos, acaba de convertirse en el principal accionista de Flybondi a través del fondo COC Global Enterprise, en un momento crítico para la empresa por sus problemas financieros y operativos. Sin embargo, su figura no es nueva en el radar político y diplomático: también es propietario de Tactic, una firma con sede en Miami que selló recientemente un contrato con la Secretaría de Inteligencia (SIDE) para brindar asistencia en la coordinación de reuniones bilaterales vinculadas al comercio y la inversión entre Argentina y Estados Unidos.

El acuerdo, registrado en el sistema FARA del Departamento de Justicia estadounidense, establece una remuneración mensual de 10.000 dólares y detalla la misión de Tactic COC LLC como agente de representación ante funcionarios estadounidenses. Aunque el nombre de Scatturice no figura como firmante en la documentación, sí aparece en registros oficiales del estado de Florida como personal autorizado de la empresa, junto a Soledad Cedro, Pamela Poveda y Laura Arrieta.

Arrieta, una de las socias, fue señalada meses atrás por haber viajado en un avión asociado a Scatturice, el cual permaneció una semana en un hangar de Aeroparque sin control aduanero antes de volar a París con escala en Canarias.

La figura de Scatturice también aparece en los circuitos de alto perfil de Washington. El 11 de junio participó de un exclusivo evento en el Kennedy Center al que asistieron Donald y Melania Trump, junto a figuras clave de la actual administración republicana. Su presencia fue gestionada por Ric Grennell, exfuncionario y asesor cercano al expresidente. Según fuentes cercanas, Scatturice mantiene un trato frecuente con Santiago Caputo, uno de los principales asesores de Javier Milei.

En su entorno reconocen estos lazos y relativizan el impacto del contrato con la SIDE. “Tactic es solo una de las 50 compañías de Leo. Este convenio es uno más y el monto es casi simbólico”, señalaron. Añaden que el contrato con Argentina es de los más bajos que la empresa mantiene —otros, como el de Vietnam, alcanzan los 250.000 dólares mensuales—, y que la tarifa pactada responde a obligaciones legales de transparencia más que a un interés económico.

A pesar de su bajo perfil público, Scatturice es visto como una figura clave en la agenda internacional del actual gobierno. En Casa Rosada admiten que su rol fue determinante para agilizar gestiones y abrir canales con sectores estratégicos en Estados Unidos. “Es un hombre de consulta en temas sensibles”, sostienen.

Respecto al mecanismo de contratación del lobby, fuentes gubernamentales justifican que se haya canalizado por la SIDE como vía administrativa más rápida que Cancillería o Economía, que implicaban mayores demoras.

La entrada de Scatturice en Flybondi también fue celebrada por el oficialismo. “Unimos puntas. Se necesitaban inversores ante deudas urgentes. Para nosotros, Flybondi representa el modelo de país al que aspiramos”, afirmaron desde el entorno económico del gobierno.

La trayectoria empresarial de Scatturice, combinada con su red de contactos políticos, lo posiciona como un actor influyente en el nuevo esquema de relaciones exteriores de Argentina. Su doble rol como inversor estratégico y articulador diplomático refleja una convergencia cada vez más visible entre negocios, política y servicios de inteligencia.

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