La huella argentina en Qatar, a tres años del Mundial que consagró a Messi y la Scaloneta
Doha y Lusail conservan marcas imborrables del título mundial de 2022: estadios, murales, recuerdos de los hinchas y una conexión especial entre Qatar y la Argentina.

A tres años del Mundial de Qatar 2022, la Argentina dejó una huella profunda que aún se percibe en Doha, Lusail y otros puntos clave del país árabe. El torneo que coronó a Lionel Messi y le dio a la Selección su tercera estrella transformó a Qatar en un escenario histórico, donde el recuerdo albiceleste sigue vivo entre estadios, calles y habitantes locales.
El Estadio Lusail, sede de la final ante Francia, permanece prácticamente intacto. Allí, donde la Scaloneta disputó la mayoría de sus partidos, sobreviven símbolos del campeón: imágenes del plantel levantando la Copa, el locker de Messi convertido en sitio de peregrinación y hasta un “¡Argentina!” escrito en una pizarra del cuerpo técnico. Aunque hoy el estadio alberga pocos eventos, su legado está directamente asociado a aquella final inolvidable definida por penales.
Fuera de los estadios, la marca argentina se consolidó gracias al impacto cultural de los hinchas. El Souq Waqif, corazón turístico de Doha, fue el epicentro de banderazos multitudinarios que sorprendieron a los qataríes y dejaron una impresión duradera. Réplicas de la Copa del Mundo y merchandising de Messi siguen dominando los comercios, mientras vendedores y taxistas recuerdan con entusiasmo aquel mes de fiesta.
La conexión fue tan fuerte que un complejo habitacional pasó a llamarse “Barrio Argentino”, en homenaje a los miles de hinchas que se alojaron allí durante el Mundial. Murales de Messi y de figuras como Di María, De Paul y Dibu Martínez refuerzan ese vínculo.
Qatar ya no vibra como en diciembre de 2022, pero la memoria del campeón persiste. La huella argentina sigue latiendo en un país que quedó marcado para siempre por la pasión, el fútbol y una Selección que hizo historia.
