El Gobierno elimina los PICT y lanza un nuevo programa científico para 2026: qué cambia, cuánto financia y quiénes quedan afuera

El Ejecutivo dio de baja los PICT, la principal línea de subsidios para ciencia y tecnología, y anunció el nuevo Apoyo a la Investigación Científica (AIC), orientado solo a salud, agroindustria, energía y minería. Investigadores alertan que la ciencia básica, las ciencias sociales y las humanidades quedan sin financiamiento, mientras el nuevo esquema exige asociación con empresas. El plan prevé hasta USD 10 millones para un máximo de 100 proyectos.

El Gobierno confirmó la baja definitiva de los PICT, la línea de financiamiento científico congelada desde hace dos años y considerada por investigadores del Conicet y universidades como el “sostén” histórico del sistema científico argentino. En reemplazo, se pondrá en marcha en 2026 el programa Apoyo a la Investigación Científica (AIC), enfocado únicamente en salud, agroindustria, energía y minería, lo que deja fuera a un amplio espectro de disciplinas.

El cambio genera preocupación en la comunidad científica. El nuevo esquema exige que cada proyecto incluya la colaboración de una empresa privada, condición que hasta ahora correspondía a líneas como FONTAR, pero no a los PICT. A la vez, investigadores subrayan que la medida excluye prácticamente toda la ciencia básica, desde física, química y matemática hasta ciencias sociales y humanidades.

Desde el Gobierno señalan que los PICT venían acumulando demoras de “mínimo dos años” y otorgaban montos “irrisorios” debido a la inflación. Sin embargo, especialistas recuerdan que aun con demoras, los PICT mantenían “la rueda de la investigación en marcha” y financiaban más de 1.000 proyectos por convocatoria, algo que el nuevo sistema no podrá igualar.

El físico Jorge Aliaga destacó que, aunque la nueva partida presupuestaria es más alta que en los últimos años, el anuncio “deja en claro que no se financiará ciencia de frontera, sino proyectos con resultados aplicables”. Y advirtió que “esto no puede ser lo único”.

El AIC será financiado por el BID a través del Programa de Innovación Federal y tendrá un presupuesto total de USD 10 millones, con un máximo de USD 200.000 por proyecto. La Agencia I+D+i aportará hasta el 80% y el beneficiario más la empresa asociada deberán cubrir el 20% restante. Con esos números, Aliaga estima que se podrán financiar apenas hasta 100 proyectos, frente a los más de mil que cubrían los PICT.

Mientras tanto, el Gobierno prevé anunciar dos líneas adicionales de financiamiento, una de ellas destinada a economía del conocimiento. Sin embargo, no hay precisiones sobre plazos ni montos, y los especialistas dudan de que puedan compensar el vaciamiento actual.

El documento oficial del 30 de octubre indica que deberán existir programas específicos para áreas estratégicas como inteligencia artificial, biotecnología, nanotecnología, tecnología satelital, TIC, y, por otro lado, para las cuatro áreas madre del sistema científico: agrarias/ingenierías/materiales; biológicas/salud; exactas/naturales; y ciencias sociales/humanidades. Pero sin anuncios concretos, reina la incertidumbre.

La eliminación alcanza incluso a los PICT 2022, cuyos beneficiarios ya habían sido seleccionados por jurados y que esperaban fondos desde hacía casi dos años. La decisión provocó fuerte indignación. Fernando Pitossi, investigador superior del Conicet, comparó la medida con una resolución “de facto” y afirmó: “Este es el certificado de defunción de la investigación científica de la gran mayoría de los grupos del país”.

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