Chile vota bajo una ola de miedo: la inseguridad domina la campaña y empuja discursos de mano dura
Aunque Chile mantiene índices de criminalidad bajos en comparación regional, el miedo social crece y redefine la campaña presidencial con foco en migración, crimen y control fronterizo.

El clima político chileno llega a las elecciones atravesado por una preocupación dominante: la inseguridad. Pese a que el país continúa entre los más seguros de América Latina, la sensación de temor se disparó y reconfiguró por completo la agenda electoral. Barrios antes turísticos, como Bellavista, hoy se vacían al caer la noche por el aumento de robos y hechos violentos.
Los candidatos coinciden en prometer medidas duras, aunque con matices. José Antonio Kast, favorito en las encuestas junto a la oficialista Jeannette Jara, impulsa un plan de expulsiones inmediatas de inmigrantes irregulares, construcción de un muro y despliegue militar en la frontera. Jara propone reforzar la seguridad, pero apunta a perseguir las finanzas del narcotráfico como eje de la “mano dura real”.
La conservadora moderada Evelyn Matthei también hace campaña sobre el temor ciudadano, prometiendo recuperar la seguridad “con autoridad e inteligencia”. En paralelo, el ultraderechista Johannes Kaiser, defensor de la pena de muerte, respalda operativos policiales letales como los de Río de Janeiro y busca entrar al balotaje.
El telón de fondo es un cambio profundo en la percepción social: la tasa de homicidios se triplicó en diez años, pero sigue muy por debajo de otros países de la región. Aun así, un sondeo de Ipsos muestra que el 63% de los chilenos señala al crimen como su principal preocupación, uno de los porcentajes más altos del mundo.
La llegada masiva de migrantes en la última década, especialmente venezolanos y colombianos, reavivó el debate sobre crimen organizado y violencia. Según expertos, el temor está sobredimensionado respecto de los índices reales, pero marca el tono de una campaña en la que todos los postulantes compiten por mostrarse más firmes frente al delito.
