Santilli juró como ministro del Interior y Milei dio marcha atrás con el Renaper

El Presidente restituyó el control del Registro Nacional de las Personas al flamante ministro y buscó equilibrio político dentro del Gabinete.

Diego Santilli asumió como ministro del Interior en un acto encabezado por Javier Milei, en medio de una tensión interna por el control de áreas clave del Gobierno. La designación quedó atravesada por la decisión del Presidente de revertir la quita del Renaper, que horas antes había pasado a la órbita de Seguridad junto con Migraciones. Finalmente, Santilli retuvo el organismo encargado de los DNI y pasaportes, mientras que Patricia Bullrich conservará Migraciones.

La corrección, impulsada por Karina Milei, será formalizada en la próxima edición del Boletín Oficial. Según fuentes oficiales, la secretaria general fue quien intervino para evitar una crisis mayor dentro del gabinete. En el entorno de Santilli, minimizaron el conflicto: “No vine por cargos, vine a cumplir una tarea que el Presidente me encomendó”, declaró el flamante ministro tras jurar en el Salón Blanco.

El episodio también expuso las fricciones entre Bullrich y Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO, quien advirtió que “el Renaper debe permanecer bajo control civil, porque contiene información muy sensible”. Bullrich, en tanto, avanzará con la creación de una Policía de Frontera, fortaleciendo el área de Seguridad.

La llegada de Santilli —uno de los principales articuladores de la alianza entre La Libertad Avanza y el PROreforzó el poder político de Karina Milei, que buscó consolidar su influencia frente a Santiago Caputo, aún con peso en decisiones estratégicas del Ejecutivo. Entre los presentes en la ceremonia estuvieron Ritondo, el intendente Guillermo Montenegro, y referentes amarillos bonaerenses, aunque se notó la ausencia de Mauricio y Jorge Macri.

Santilli, acompañado por su familia, no confirmó aún los nombres de su equipo. Se espera que Gustavo Coria, exministro de Seguridad porteño, asuma como segundo en Interior, mientras que Agustín Forchieri y Matías López continuarían en sus funciones.

El exdiputado se mostró conciliador y optimista: “Vengo a trabajar para sostener las reformas”, dijo, en una ceremonia que —según un observador del oficialismo— “pintó el Salón Blanco de amarillo”.

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