Gimnasia desnudó al fondo de Vélez y les sacó jugo a sus momentos
Golpeó en los instancias justas y sueña con los playoffs. Nico Barros Schelotto fue rival de su papá Guillermo.

Gimnasia continúa sumando puntos muy necesarios para la próxima temporada. Tras sorprender a River en el Monumental la fecha anterior, ahora le ganó a Vélez, que si bien está clasificado aún no tiene asegurado jugar de local el primer encuentro en octavos.
Fue un buen partido el que brindaron ambos, con muchas situaciones de gol. Tuvo un buen arranque el Fortín, con Valdés muy activo en los pases, pero ante la impotencia de entrar con claridad al área rival, el dominio se diluyó. Cuando el Lobo se acomodó y empezó a atacar, quedó en evidencia los problemas defensivos rivales, tanto en la marca como en los relevos. Fue un golazo, es cierto, el primero: Piedrahita recibió libre detrás de Gordon el buen centro de Pintado. El colombiano tocó de primera para Torres, que definió bárbaro.
En el momento en el que Vélez parecía que llegaba al empate, con todas las líneas adelantadas, llegó el segundo de Gimnasia. Y otra vez el colombiano Piedrahita fue protagonista, no reclamó la falta que le estaba cometiendo Maher Carrizo y dejó de cara al arco a Merlo, quien marcó su primer gol en Primera, con lógica euforia.
Dos detalles interesantes que tuvo el encuentro en el Zerrillo. Casi se suspende porque un proyectil (un martillo rojo para romper vidrios de emergencia) le pegó en la barbilla al árbitro después de picar en el césped. Solo el clima eleccionario (se vota el sábado 29) se entiende la reacción de los barras.
El otro fue el gran partido de Nicolás Barros Schelotto, el primero en el Bosque, nada menos que ante el equipo de su papá, Guillermo, y su tío, Gustavo. El pibe, emocionado, estaba contento por la presencia de su mamá, recordó emocionado a su abuelo y confesó que después iba a hablar con su papá ya que “ahora debe estar caliente porque no le gusta perder a nada”.
