La AGN quedó en manos de un acuerdo entre libertarios y kirchnerismo pese a la impugnación del PRO

Forlón, Almada y Calletti juraron de manera acelerada como auditores generales para evitar un freno judicial, tras una maniobra cuestionada por el PRO, que denunció irregularidades e inconstitucionalidad en las designaciones.

La Auditoría General de la Nación (AGN) activó nuevamente su funcionamiento tras la jura exprés de tres nuevos auditores designados por la Cámara de Diputados, en medio de una fuerte controversia política y judicial. Se trata del camporista Juan Ignacio Forlón, la libertaria Rita Mónica Almada y la salteña Pamela Calletti, quienes asumieron sus cargos poco después de que el PRO presentara un amparo para declarar nulas las designaciones.

Según fuentes parlamentarias, la toma de posesión se aceleró deliberadamente para impedir que la Justicia frenara las asunciones. La ceremonia se realizó en la sede de la AGN, donde se leyó una nota enviada por el presidente de Diputados, Martín Menem, con fecha 17 de diciembre, pese a que la votación se concretó en la madrugada del 18. Ese detalle es uno de los ejes de la impugnación presentada por el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo.

El PRO sostiene que las designaciones son inconstitucionales porque se realizaron durante el período de sesiones extraordinarias, cuando el Congreso solo puede tratar iniciativas incluidas en la agenda del Poder Ejecutivo, lo que no ocurrió en este caso. Además, el partido reclama que le correspondía uno de los tres cargos, que pensaba cubrir con el ex ministro Jorge Triaca.

Con las nuevas juras, la AGN recuperó el quórum necesario para operar, tras meses de parálisis por mandatos vencidos. Los auditores ya recibieron casi un centenar de expedientes, en su mayoría vinculados a créditos de organismos internacionales, mientras la disputa judicial sigue abierta y anticipa un nuevo foco de tensión política.

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