La relación entre Milei y la Iglesia se enfría: los obispos vuelven a evitar el encuentro en Casa Rosada
Por segundo año consecutivo, la jerarquía eclesiástica no participará del saludo institucional al Presidente y optó por enviar una carta formal, en un contexto de creciente distancia política.
La relación entre el presidente Javier Milei y la Iglesia católica atraviesa un nuevo capítulo de tensión y distanciamiento. Por segundo año consecutivo, los obispos argentinos decidieron no cumplir con la tradicional visita a Casa Rosada para saludar personalmente al jefe de Estado, una señal clara del malestar que se acumula en la cúpula eclesiástica frente al vínculo con el Gobierno nacional.
En lugar del encuentro institucional, la Iglesia optó por enviar una carta formal de salutación por las fiestas, un gesto protocolar que, sin embargo, confirma el enfriamiento de la relación. Según fuentes eclesiásticas, la falta de diálogo directo con el Presidente profundiza una distancia que se viene consolidando desde el inicio de la gestión libertaria.
El vínculo entre Milei y la Iglesia ya había mostrado señales de tensión por diferencias discursivas y de enfoque sobre temas sociales, económicos y culturales. La ausencia de reuniones formales y la falta de interlocutores claros dentro del Gobierno contribuyeron a un clima de incomodidad creciente en el Episcopado.
Este segundo año sin saludo presidencial rompe una tradición histórica que, más allá de lo simbólico, funcionaba como un canal institucional de diálogo entre el poder político y la Iglesia. En el entorno eclesiástico interpretan la situación como una muestra de desinterés oficial en sostener ese vínculo.
Mientras tanto, desde el Gobierno evitan dramatizar el gesto y sostienen que se trata de una decisión unilateral de los obispos. Sin embargo, el distanciamiento expone una relación cada vez más fría, con escasos puntos de contacto y sin señales concretas de recomposición en el corto plazo.
