Gran Buenos Aires salvaje: matan a un chico para robarle la bicicleta en la Riccheri
Nazareno Isern (21) fue asesinado en la colectora cuando volvía de un paseo. “Fue en silencio. Trataron de manotearle la bici y le tiraron”, contó la única testigo. Los asesinos están prófugos.
Nazareno Isern, de 21 años, se había anotado para estudiar Locución en el ISER el año que viene. No podrá ser: dos ladrones lo asesinaron de un balazo en la nuca, anteayer a las 19, para robarle la bicicleta sencilla con la que volvía de un paseo junto a su amiga Kiara, testigo de un crimen de menos de 30 segundos en el que no mediaron palabras. “Fue en silencio. Trataron de manotearle la bici y le tiraron”, contó, shockeada. Todo ocurrió del lado de Esteban Echeverría, a la altura de Transradio, a 7 kilómetros del aeropuerto de Ezeiza. Los asesinos están prófugos.
Fue en silencio. El impacto fue tanto que nadie gritó y de fondo solo sonaban los ruidos de los autos por la Autopista Riccheri. Nazareno Tobías Isern (21) iba adelante, su amiga lo seguía unos metros por detrás y no recuerda ni una sola palabra antes del disparo, que fue fatal.
Ni los dos ladrones que se acercaron a Nazareno, ni el joven que se negó a entregar su bicicleta dijeron nada durante el forcejeo, el disparo y la sorpresa de Kiara Alegre (21), la única testigo del crimen.
Nazareno había estudiado Agronomía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) pero había dejado la carrera y ya se había anotado en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) para estudiar locución en 2026. Buscaba trabajo y había creado una rutina con su amiga Kiara para salir a andar en bicicleta (ver Un pibe…, en pag. 4).
Se fue de su casa de Tapiales, en La Matanza, a las 16 y todavía no eran las 19 cuando circulaban por la colectora de la Riccheri para subirse a la autopista y regresar a casa. Estaban del lado de Esteban Echeverría. Si se trazara una línea recta pasando los pastizales, estaban a la altura de Transradio, a 7 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y a unos 10 del Riachuelo.
“Nos conocemos desde que tenemos 12 años, desde el primer momento fuimos muy unidos. Íbamos al mismo colegio, el vínculo se hizo más grande, se fue fortaleciendo mucho más, lo consideraba mi hermano. Y la verdad es que era una persona de la que todos decían que era un ser de luz, es una persona increíble, la buena energía que te transmite con su sonrisa”, lo describe Kiara en diálogo con Clarín.
La joven, que también había dejado Medicina para estudiar Diseño y Desarrollo Web, había empezado a tener este hobby de andar en bicicleta y de compartir las tardes. “Estábamos en la misma”, explica.
El lunes era un día tranquilo, no había mucha gente en la zona de los Bosques de Ezeiza, donde hay senderos y muchas personas que suelen reunirse para hacer deporte o disfrutar del aire libre.
“¿Por qué no cruzamos por el puente peatonal y vamos por la colectora?”, dijo Nazareno y cambió el recorrido que solían hacer para regresar. Habitualmente iban por
la Riccheri en un lugar que siempre consideraron “tranquilo” y “seguro”.
“Nada, silencio total, no entiendo por qué no dijo nada, fue todo tan rápido, literalmente en un abrir y cerrar de ojos los veo que tratan de manotear la bici y le tiraron. Si fueron 30 segundos fue mucho, me sorprendieron cuando lo pararon. La verdad es que los pastos están realmente largos, siento que lo usan de escondite ahí y cuando aparece alguien saltan para robarle. Se fueron corriendo, varias personas me contaron que es la estrategia que usan para robar pero esta vez se llevaron la vida de mi amigo”, contó Kiara a Clarín.
Después de dispararle a Nazareno los dos ladrones escaparon corriendo entre los pastos crecidos y
todavía están prófugos. La investigación está en manos del fiscal Fernando Semisa de la fiscalía Descentralizada N° 4 de Esteban Echeverría, perteneciente al Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que solicitó una serie de medidas para intentar dar con los asesinos del joven.
La causa quedó caratulada como homicidio en ocasión de robo y la comisaría de Transradio está a cargo de la investigación tratando de identificar a los asesinos. En la zona
no hay cámaras de seguridad ni hubo otros testigos a pie que pudieran haberlos visto. Al momento buscan conductores o personas que hayan pasado por ahí que puedan colaborar en la identificación.
“La Policía tardó 10 minutos en llegar y mis papás y los papás de Nazareno llegaron antes que la ambulancia, además por 911 me preguntaban a qué jurisdicción pertenecía el lugar en el que estaba, si era Ezeiza, Esteban Echeverría o La Matanza, fue indignante. En vez de venir a ayudarme o de buscar a los asesinos, me preguntaban a mí que no tengo idea”, se quejó Kiara que decidió hablar para difundir el caso y que su amigo “tenga justicia”.
Kiara tuvo que llamar a Edith, la mamá de Nazareno para avisarle lo que había pasado. En shock, sin pensar demasiado, le avisó después de llamar al 911. Lo único que escuchó fueron los gritos de fondo: “Le dije ‘Edi le pegaron un tiro a Nazareno, ya llamé la ambulancia, ya le hice RCP’, y nada rompió en llanto y quedó en shock, me decía que por favor haga algo, que le haga RCP, que lo empiece a mover. Lloraba, ‘Kiara se me muere el nene’ y se terminó muriendo”, recuerda la joven sobre el momento posterior a la muerte.
Edith, que tiene otra hija, dio una entrevista a TN y dijo: “No le robaron a ninguno de los dos, lo mataron a mi hijo, porque era grandote, medía dos metros, salieron de ahí, aparecieron y le quitaron la vida. A mí me quitó mi hijo pero él tiene que estar preso”, pidió.w
