El Senado de EE.UU. avanza en un acuerdo para terminar con el cierre del Gobierno

Ocho senadores demócratas rompieron con su partido y votaron junto a los republicanos para destrabar la parálisis más larga de la historia.

Después de 40 días sin financiamiento federal, el Senado de Estados Unidos alcanzó un principio de acuerdo para poner fin al cierre de Gobierno más prolongado en la historia del país. Ocho senadores demócratas moderados se unieron a los republicanos, permitiendo que avance un paquete de emergencia que restablece el pago de salarios a empleados públicos y financia los servicios federales hasta el 30 de enero.

El acuerdo, celebrado por Donald Trump como “una gran victoria”, representa un duro golpe para el liderazgo demócrata. Los senadores que cruzaron la línea partidaria aceptaron postergar la extensión de los subsidios a la salud de la ley Obamacare, una de las principales demandas del partido. En lugar de garantizar su continuidad, el texto establece que el tema se debatirá recién en diciembre, sin promesa de aprobación.

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, votó en contra del pacto, mientras su segundo, Dick Durbin, lo apoyó. Entre los disidentes estuvieron Angus King, Tim Kaine, John Fetterman, Maggie Hassan, Jeanne Shaheen, Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen, varios de ellos alejados de la reelección. “La gente estaba sufriendo demasiado”, justificaron.

Durante el cierre, miles de empleados públicos fueron suspendidos o trabajaron sin sueldo. La falta de controladores aéreos causó la cancelación de unos 5.000 vuelos y los programas de asistencia alimentaria quedaron paralizados.

El nuevo paquete presupuestario restablece salarios y programas sociales, y anula los despidos ordenados por Trump durante la parálisis. Sin embargo, el texto deberá ser aprobado por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, donde el presidente Mike Johnson buscará avanzar con el apoyo del expresidente Trump.

El acuerdo divide al Partido Demócrata y deja en evidencia las tensiones internas entre los sectores moderados y progresistas. Elizabeth Warren y Bernie Sanders denunciaron que se “cedió ante Trump” y calificaron la decisión como “un error garrafal”.

Si el proyecto logra superar el voto en Diputados, Estados Unidos pondrá fin a una crisis que paralizó su administración y puso a prueba la estabilidad política en Washington.

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