Rusia lanza un masivo ataque con drones y misiles que paraliza centrales térmicas en Ucrania antes del invierno

Rusia ejecutó uno de los mayores ataques con drones y misiles desde el inicio de la guerra, dejando fuera de servicio varias centrales térmicas en Ucrania y agravando la crisis energética a pocas semanas del invierno. Según el Ministerio de Energía ucraniano, la ofensiva interrumpió el suministro de electricidad, calefacción y agua en regiones clave como Járkov, la segunda ciudad del país.
Entre el sábado y el domingo, Moscú lanzó 458 drones y 45 misiles, provocando al menos dos muertos y decenas de heridos. La empresa estatal PJSC Centrenergo, que provee el 15% de la energía nacional, informó que su capacidad de generación “cayó a cero”. Expertos advierten que los daños podrían obligar a suspender la calefacción durante los meses más fríos.
El ataque ruso, calificado como “el mayor contra nuestras plantas térmicas desde 2022”, se enmarca en una nueva ofensiva sobre la infraestructura energética ucraniana, con el objetivo de debilitar la resistencia civil y militar. De acuerdo con la Escuela de Economía de Kiev, la mitad de la producción de gas natural del país está paralizada.
Mientras tanto, Ucrania respondió atacando refinerías y depósitos de combustible en Vorónezh y Bélgorod, dentro de territorio ruso, buscando cortar las exportaciones energéticas de Moscú.
Autoridades de Kiev denunciaron que algunos misiles rusos impactaron en subestaciones que abastecen a plantas nucleares, lo que incrementa el riesgo de un desastre ambiental. Desde el Kremlin, en cambio, aseguraron que “se cumplen los compromisos internacionales” y negaron daños a infraestructura civil.
Con millones de ucranianos sin luz ni calefacción, el país enfrenta uno de los inviernos más difíciles desde el inicio del conflicto. La guerra entra así en una fase de guerra energética total, con consecuencias que se sentirán en toda Europa.
