Revolución en inmunoterapia: buscan que una simple inyección permita al cuerpo generar su propio tratamiento contra el cáncer

Por primera vez, un equipo liderado por Carl June—creador de la terapia CAR-T—desarrolla un sistema que podría democratizar el acceso a inmunoterapias contra tumores hematológicos y enfermedades autoinmunes.

Una nueva generación de inmunoterapias podría estar en camino de cambiar radicalmente el tratamiento de ciertos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes. El inmunólogo Carl June, pionero de la revolucionaria terapia CAR-T, presentó un avance que busca simplificar y abaratar este tipo de tratamiento: una inyección que permitiría al propio cuerpo del paciente generar sus células inmunes modificadas.

El estudio, publicado en la revista Science y desarrollado en conjunto por investigadores de la Universidad de Pensilvania y la empresa biotecnológica Capstan, introduce un método que prescinde del proceso tradicional y altamente costoso de modificación celular en laboratorio. En lugar de extraer, modificar y reinyectar linfocitos T, la nueva técnica utiliza nanopartículas lipídicas con ARN mensajero, similares a las utilizadas en las vacunas contra el COVID-19.

Estas nanopartículas son capaces de reprogramar linfocitos T directamente en el organismo del paciente, otorgándoles la capacidad de identificar y atacar linfocitos B anómalos, responsables de ciertos tipos de leucemia, linfomas y enfermedades autoinmunes como el lupus o la esclerodermia.

Resultados prometedores

Los ensayos preclínicos demostraron que esta “vacuna CAR-T” fue eficaz para eliminar tumores en ratones y ratas con leucemia, y también logró “reiniciar” el sistema inmune en primates no humanos, un efecto similar al que ya se ha visto con las terapias CAR-T convencionales en humanos. Además, se logró modificar con éxito linfocitos T en cultivos celulares de pacientes humanos.

Los beneficios podrían ser enormes: costos reducidos (se estima que cada dosis podría costar alrededor de 5.000 euros), procesos mucho más simples, y la posibilidad de llegar a más pacientes en menos tiempo. Además, a diferencia de la CAR-T tradicional, esta alternativa no realiza modificaciones genéticas permanentes, lo que reduce ciertos riesgos, aunque también podría requerir dosis repetidas en el tiempo.

Próximo paso: ensayos clínicos

Capstan acaba de anunciar el inicio de los primeros ensayos clínicos en humanos para evaluar la eficacia del tratamiento en pacientes con enfermedades autoinmunes mediadas por linfocitos B. El avance podría cambiar el paradigma de las terapias inmunológicas.

Especialistas como Ignacio Melero (Clínica Universidad de Navarra) y Manel Juan (Hospital Clínic de Barcelona) valoraron positivamente los resultados. Consideran que esta estrategia podría tener un impacto decisivo en casos resistentes a tratamientos convencionales y facilitar una mayor escalabilidad a nivel mundial.

“Está metodología alberga extraordinaria esperanza”, afirmó Melero, mientras que Juan destacó su potencial para competir con los CAR-T tradicionales en ciertos contextos si se logra optimizar.

Aunque aún quedan desafíos por resolver —especialmente en cuanto a duración del efecto y accesibilidad real—, este avance se perfila como uno de los más prometedores en la lucha contra el cáncer y las enfermedades autoinmunes en la próxima década.

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