El Gobierno frena la privatización de Fabricaciones Militares
La Casa Rosada abandona la idea de privatizar la empresa y analiza acuerdos con firmas internacionales para reactivar una industria paralizada por falta de inversión.

El Gobierno decidió dejar atrás la intención de privatizar Fabricaciones Militares y ahora trabaja en una alternativa: impulsar convenios asociativos con empresas privadas nacionales y extranjeras. La firma estatal, considerada estratégica para la Defensa, arrastra años de escasa inversión pública y funciona con dificultades en sus plantas de Fray Luis Beltrán, Jáchal, Río Tercero y Azul. El viraje oficial llega tras la renuncia del presidente del organismo, Juan Manuel Vaquer, y en medio de la influencia del asesor Santiago Caputo, quien previamente había evaluado un esquema de concesión.
En esta nueva etapa, el Ejecutivo apuesta a “recuperar” la empresa mediante acuerdos con grandes actores del sector. Entre los interesados figuran la checa CSG y compañías globales como Colt y Beretta, aunque ninguna negociación está definida. También hubo reuniones con la armería Mosky Guns, cuyos dueños habrían explorado una eventual inversión, pero el acercamiento no prosperó. Uno de sus propietarios, Nicolás Silveray, incluso creó en 2024 la firma 3DOTS SA, dedicada a la actividad armera, pero negó vínculos con el Gobierno.
El ecosistema libertario mantiene un fuerte vínculo con el mundo del tiro deportivo: Sebastián Flores, instructor que capacitó a Santiago Caputo y a otros referentes, conoce a miembros de Mosky Guns. El propio Caputo ha difundido su afinidad con la actividad y elogió ejercicios militares en redes sociales. “A mí no me gustan las armas”, había dicho Milei en 2023, pero su gobierno flexibilizó el acceso a ciertos equipos mediante la Resolución 37/2025 del RENAR, que definió nuevos requisitos para la compra de armas semiautomáticas derivadas de uso militar.
Con más facilidades administrativas —como la credencial digital y la “tenencia exprés”— aumentó la cantidad de legítimos usuarios, aunque los rifles automáticos continúan restringidos a un grupo reducido. Mientras tanto, Fabricaciones Militares evalúa cómo avanzar en acuerdos que permitan atraer inversiones y modernizar su producción sin perder su carácter estatal.
