Trump boicotea el G20 en Sudáfrica y Milei evalúa no participar de la cumbre internacional
El presidente Javier Milei analiza no viajar a Johannesburgo para participar de la cumbre del G20, prevista para el 22 y 23 de noviembre, luego de que Donald Trump anunciara un boicot total y confirmara que Estados Unidos no enviará representantes al encuentro. La decisión del exmandatario norteamericano, principal aliado político del libertario, impactó directamente en la agenda internacional argentina.
Fuentes oficiales confirmaron que Milei evalúa ser reemplazado por el canciller Pablo Quirno, aunque no hay confirmación formal. En la Casa Rosada admiten que el jefe de Estado “ya analizaba no asistir” incluso antes de los dichos de Trump, quien calificó de “vergüenza total” la sede sudafricana y denunció violaciones de derechos humanos contra los afrikáneres, sin respaldo en datos oficiales.
El republicano también criticó la posición del gobierno de Cyril Ramaphosa frente al conflicto en Gaza. Sudáfrica acusó a Israel de cometer “genocidio” ante la Corte Internacional de Justicia, respaldando la emisión de órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y otros funcionarios israelíes. Milei, en sintonía con su aliado, rechazó esas acusaciones y ratificó su apoyo a Tel Aviv.
En este contexto, la política exterior argentina se alinea nuevamente con la estrategia trumpista, marcada por un aislamiento del multilateralismo. La participación de Milei en el G20 se mantiene incierta, reflejando la baja prioridad que su gobierno le otorga al ámbito internacional.
La Argentina, que forma parte del G20 desde la gestión de Carlos Menem y Domingo Cavallo, mantiene su lugar “por milagro”, según diplomáticos, pese a haber perdido el estatus de país emergente. Para el país, la pertenencia al grupo conserva valor simbólico y político, aunque Milei privilegia su vínculo con Trump y Netanyahu por encima de los foros globales.
