Vacaciones de invierno: crece el turismo al exterior y se estanca la ocupación en destinos argentinos

A días del inicio de las vacaciones de julio, se profundiza el contraste en el turismo: mientras los destinos del exterior, encabezados por Brasil, experimentan una fuerte demanda, las reservas dentro de Argentina muestran niveles históricamente bajos. El fenómeno se explica por un “dólar barato”, hoteles más accesibles en el extranjero y una marcada segmentación del consumo.
Con el tipo de cambio oficial planchado y promociones agresivas, lugares como Río de Janeiro, Búzios, Punta Cana y Miami atraen a los sectores de mayor poder adquisitivo, mientras que las provincias del Norte argentino registran apenas un 30% de ocupación. Incluso centros turísticos tradicionales como Iguazú, Salta y Jujuy enfrentan una temporada floja, según la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT).
“El escenario es preocupante. Hay una demanda muy por debajo de lo habitual para esta época del año”, alertó Gabriela Ferrucci, titular de la AHT. La primera quincena de julio se perfila con baja ocupación, mientras que la segunda muestra una leve recuperación, pero lejos de los niveles prepandemia.
En paralelo, se disparan los viajes internacionales. Según datos oficiales, entre enero y mayo de 2025 viajaron al exterior 6,7 millones de argentinos, la cifra más alta en nueve años. Solo en mayo, el turismo emisivo creció 48,9% interanual, con 752.834 salidas y apenas 315.390 ingresos, lo que dejó un saldo negativo de 437.444 turistas.
La consultora IERAL estima que en julio y agosto podrían salir entre US$ 1.200 y US$ 1.700 millones por turismo, lo que llevaría al año a cerrar con un déficit récord cercano a los US$ 11.000 millones, equivalente al 1,6% del PBI. El pico anterior fue en 2017.
Las agencias de viajes confirman la tendencia. Despegar reportó un crecimiento del 163% en ventas al exterior respecto a julio de 2024, con especial demanda por paquetes que incluyen vuelo, alojamiento y servicios, más económicos que contratarlos por separado. En agencias como Tije Travel, las ventas subieron 12%, con Brasil y el Caribe como principales destinos.
Según Google Trends, las búsquedas para viajar al exterior crecieron 20% interanual, mientras que las consultas para vacacionar dentro del país cayeron 31%. La diferencia de precios también juega un rol clave: en Brasil, por la devaluación del real, los hoteles pueden costar hasta la mitad que en Argentina.
Dentro del país, Bariloche lidera la demanda, con una ocupación que ronda el 75%, aunque incluso allí alertan por una temporada más débil que en años anteriores. “Hay fidelidad de brasileños y turistas locales que eligen nieve, pero no se repite el boom de temporadas pasadas”, explicó Martín Lago, presidente de la asociación hotelera local.
El turismo argentino hoy refleja una realidad dividida: mientras una parte de la población no puede tomarse vacaciones por la caída de ingresos, otro segmento, más dolarizado, aprovecha la estabilidad cambiaria para viajar afuera, aún a costa de un creciente drenaje de divisas.