Uruguay aprueba la Ley de Eutanasia y se convierte en pionero en América Latina
El Senado de Uruguay sancionó la Ley de Eutanasia con 20 votos a favor, permitiendo la muerte asistida bajo condiciones específicas y garantizando un proceso seguro para pacientes terminales

Sanción histórica en Uruguay
El Senado de Uruguay aprobó la Ley de Eutanasia, tras recibir media sanción en Diputados. La norma fue respaldada por 20 votos afirmativos sobre 31 y permite la muerte asistida para mayores de edad psíquicamente aptos con enfermedades incurables que generen sufrimiento insoportable.
Condiciones y procedimiento
La ley establece requisitos claros: el paciente debe ser mayor de edad, mentalmente competente y sufrir una enfermedad irreversible e incurable. Además, la ciencia médica debe confirmar que no hay alternativas de cura o alivio.
El procedimiento incluye la valoración de dos médicos y, en caso de desacuerdo, una junta médica con un especialista en la enfermedad, un psiquiatra y otro profesional designado por la reglamentación. El consentimiento del paciente debe ser libre, voluntario, reiterado y por escrito.
Alcance y regulación
La eutanasia podrá realizarse únicamente en prestadores integrales de salud, descartando clínicas privadas. Podrán acceder uruguayos naturales, legales y extranjeros con residencia acreditada en el país.
Opinión pública y postura institucional
Encuestas mostraban que más del 60% de los uruguayos apoyaba la legalización. La Iglesia Católica expresó su tristeza, mientras que el Colegio Médico optó por no tomar postura, aunque brindó asesoramiento técnico para garantizar la seguridad de pacientes y médicos.
Contexto regional
Uruguay se convierte así en el tercer país sudamericano en despenalizar la eutanasia, tras Colombia (1997) y Ecuador (2024), sumándose a países como Canadá, España y Países Bajos que permiten la práctica bajo condiciones estrictas.
