Unificación de organismos y reducción de gastos: el plan de Sturzenegger antes de perder las facultades delegadas

A casi un año de la aprobación en el Congreso de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, el Gobierno está próximo a perder las facultades delegadas que le permitieron, durante casi 12 meses, implementar medidas administrativas para simplificar trámites burocráticos sin necesidad de pasar por el Congreso. Entre los funcionarios que más hicieron uso de esta herramienta figura el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien ahora se apura para tomar las últimas medidas antes de que el 8 de julio venza este beneficio, que no será renovado.

Desde su despacho, Sturzenegger tiene un contador con los días que le quedan para aprovechar estas facultades y ya prepara una serie de decretos y resoluciones que serán publicados próximamente en el Boletín Oficial. Estas medidas apuntan a la simplificación administrativa y la reducción de gastos en distintas áreas del Estado, con especial foco en Transporte, Salud y Economía.

“El objetivo es reducir duplicaciones, gasto innecesario y poner fin a décadas de despilfarro, descontrol y expansión injustificada de estructuras”, explicó el ministro a través de un mensaje en su cuenta de X.

Una de las medidas más significativas que se plantean es la creación de una nueva agencia que unificará tareas hoy repartidas entre varios organismos autárquicos del transporte terrestre: la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el sector automotor de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST). Esta última institución es la encargada de investigar accidentes y sucesos vinculados a vehículos terrestres, aéreos, marítimos, fluviales y ferroviarios, elaborando informes y recomendaciones para evitar nuevos incidentes.

Por otro lado, están en análisis modificaciones para la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA). Aunque se evalúa una posible fusión, no hay una definición concreta debido a que estas entidades cumplen funciones distintas y existen voces dentro de la Secretaría de Transporte que advierten sobre la necesidad de mantener sus roles diferenciados.

En los últimos días, el Gobierno aceptó la renuncia de la interventora de la ANAC, María Julia Cordero, cuyo vínculo con el subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Adrián Gómez, fue tenso durante su gestión. En su lugar asumió Oscar Alfredo Villabona, hombre cercano a Gómez y que hasta ahora lideraba la Dirección Nacional de Inspección de Navegación Aérea.

En cuanto al área de Salud, fuentes oficiales aclararon que no está previsto desintegrar la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), a pesar de los rumores surgidos tras declaraciones de Sturzenegger. Sin embargo, el Instituto Nacional del Cáncer sería absorbido por el Ministerio de Salud para centralizar su gestión y optimizar recursos. Aunque esta medida todavía no fue oficializada, ya varios de los trabajos que realizaba el instituto se llevan adelante bajo la órbita del ministerio que dirige Mario Lugones.

Otra entidad en la mira es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), responsable de controlar la calidad animal y vegetal para garantizar alimentos inocuos. Esta organización, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, dentro del Ministerio de Economía, también podría ser reorganizada. El rediseño incluiría al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), encargado del desarrollo sostenible del sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial.

Gran parte de los organismos bajo revisión son autárquicos, con estructuras propias y presupuestos especiales. La unificación o transformación en agencias dependientes del Estado central implicaría la eliminación de recursos específicos como departamentos de recursos humanos, legales y prensa, que hoy se duplican en varias entidades.

Según fuentes oficiales, la CNRT, por ejemplo, cuenta con departamentos administrativos que también existen en la Secretaría de Transporte, lo que genera duplicidad y costos innecesarios. La reducción y unificación de estas áreas permitiría ahorrar recursos y agilizar la gestión estatal.

Con este plan, Sturzenegger busca dejar un legado de simplificación y austeridad antes de que se le terminen las facultades delegadas. El Gobierno, por su parte, anticipa que no renovará este mecanismo, por lo que el tiempo para implementar cambios estructurales importantes es limitado.

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