Sin grandes avances, Rusia y Ucrania pactan otro canje de prisioneros y chocan sobre un cese al fuego

En Estambul, Turquía, se llevó a cabo el segundo encuentro en menos de dos semanas entre delegaciones de Rusia y Ucrania con la intención de avanzar en negociaciones de paz. Aunque lograron acordar un amplio intercambio de prisioneros de guerra menores de 25 años, la entrega de centenares de heridos y miles de cadáveres de soldados de ambos bandos, el diálogo terminó sin avances concretos en torno a un cese al fuego, punto clave que continúa generando fuertes discrepancias.

El encuentro se produjo un día después de que Ucrania anunciara un sorpresivo ataque “a gran escala” dentro del territorio ruso, que alcanzó regiones tan lejanas como Siberia y destruyó al menos 41 aviones, mientras que Moscú había intensificado sus ataques con drones sobre distintas zonas ucranianas, en el bombardeo más fuerte desde el inicio de la guerra.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan se pronunció a favor de seguir impulsando el diálogo y reiteró su disposición para organizar una cumbre trilateral en Ankara o Estambul entre los presidentes de Estados Unidos, Ucrania y Rusia, con la intención de avanzar hacia un cese del conflicto. El mandatario estadounidense Donald Trump manifestó estar “abierto” a viajar a Turquía para esa reunión, y el presidente ucraniano Volodomir Zelenski expresó su voluntad de participar en una cumbre con Erdogan y el jefe de la Casa Blanca.

Desde Vilna, donde participó en una cumbre de países de la UE y la OTAN, Zelenski sostuvo: “Apoyo una reunión de líderes, porque no creo que haya alto el fuego sin que nos reunamos”. Este planteo subraya la importancia de un diálogo directo al más alto nivel, algo que hasta ahora el Kremlin ha rechazado.

Durante la negociación en el palacio de Ciragan, las partes convinieron en un canje que incluirá prisioneros gravemente heridos y menores de 25 años, además de la entrega de unos 6.000 cadáveres de soldados de cada bando, según informó el ministro de Defensa ucraniano y jefe de la delegación de Kiev, Rustem Umerov. El Gobierno ucraniano aspira a recuperar al menos a 1.200 de sus compatriotas detenidos.

Sin embargo, no hubo acuerdo sobre el cese al fuego. La delegación rusa rechazó la propuesta ucraniana de una tregua incondicional, mientras que Moscú planteó un alto el fuego parcial de dos a tres días. El jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, además expresó desconocer la cantidad exacta de cadáveres ucranianos en manos de Rusia.

Ucrania propuso continuar con un nuevo ciclo de negociaciones entre el 20 y el 30 de junio y remarcó la necesidad de un encuentro directo entre los presidentes Zelenski y Vladimir Putin, un punto que hasta ahora Moscú ha descartado.

Rusia entregó a Ucrania un memorándum con sus condiciones para una paz duradera y el establecimiento de un alto el fuego total. Entre sus demandas figura la retirada ucraniana de las cuatro regiones del este del país que Rusia anexó de forma unilateral, la suspensión de la movilización y el cese en la recepción de armas occidentales, la convocatoria a elecciones y el abandono de las aspiraciones de integración a la OTAN. Estas condiciones han sido rechazadas previamente por Kiev y sus aliados internacionales.

Por su parte, Ucrania presentó una lista con cientos de niños que aseguran fueron “deportados” por Rusia y solicitó su repatriación. También propuso un calendario para una tregua y la retirada total de las tropas rusas de su territorio, acompañadas por garantías de seguridad que Moscú rechaza. Ucrania pidió una semana para analizar el documento ruso y responder.

La guerra, que ya lleva más de tres años, ha dejado decenas de miles de muertos y desplazados. Después de meses con reveses en el frente, Ucrania llega a las negociaciones en una posición fortalecida tras su ofensiva más significativa dentro del territorio ruso.

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