Residencias médicas: el Gobierno cambia el sistema y las transforma en becas optativas

El Ministerio de Salud modificó el encuadre de las residencias. Los médicos en formación podrán optar entre dos formatos: uno con aportes previsionales y otro sin descuentos. El cambio genera controversia.

Un nuevo esquema para las residencias médicas entró en vigor a través de la resolución 2019/25 publicada en el Boletín Oficial. La norma redefine el vínculo entre los médicos recién egresados y las instituciones de salud donde completan su formación: ya no estarán bajo un régimen laboral tradicional, sino que pasarán a ser considerados becarios, aunque con la posibilidad de elegir entre dos modalidades.

El anuncio llega en un momento clave: apenas un día después del masivo examen de ingreso a residencias, en el que participaron 7.687 postulantes —un 20% más que en 2024— para cubrir 3.390 vacantes en todo el país. La medida, que reemplaza a las resoluciones 1993/15 y 190/23, busca reforzar el carácter formativo del sistema y desligarlo del marco de empleo público.

Según explicó el Ministerio de Salud, los médicos residentes podrán optar entre la “Beca Institución”, que ofrece el haber mensual completo (actualmente cercano a los $990.000), sin descuentos jubilatorios ni de obra social, pero con cobertura por ART y mala praxis; o la “Beca Ministerio”, con aportes previsionales, cobertura de obra social estatal y un ingreso neto estimado en $810.000.

Fuentes oficiales aseguran que el objetivo es “transparentar el carácter formativo del sistema” y permitir que los recursos estatales se canalicen directamente hacia los profesionales en formación, y no hacia las estructuras administrativas de los hospitales.

Desde los hospitales y organizaciones médicas, sin embargo, la reacción fue dispar. En diálogo con Clarín, el doctor Luis Sarotto —jefe del Departamento de Cirugía del Hospital de Clínicas y director de la Residencia de Cirugía General de la UBA— expresó su preocupación: “Hoy el residente tiene un cargo de planta transitoria con aguinaldo y vacaciones. Si esta nueva modalidad reduce el atractivo de las residencias, puede afectar el funcionamiento de las instituciones, que dependen mucho de estos profesionales”.

En el Hospital Garrahan, donde recientemente los residentes reclamaron por condiciones laborales, la medida fue criticada por considerarse una forma de “precarización” de la formación profesional.

El Ministerio remarcó que el cambio no será obligatorio y que cada residente podrá elegir libremente su modalidad, incluso modificarla durante el ciclo sin perder beneficios ya adquiridos.

Además del nuevo esquema de becas, la resolución introduce cambios en la organización del sistema. Se establece una distribución más clara de responsabilidades: el Estado nacional definirá el marco regulatorio y aportará los fondos, mientras que las instituciones serán responsables de gestionar las becas, brindar la cobertura y supervisar la formación.

También se reformó el sistema de puntajes del examen de ingreso. A partir de ahora, quienes tengan título de grado emitido íntegramente en Argentina recibirán un bonus de 5 puntos. Según el Ministerio, este criterio busca priorizar a los profesionales formados localmente frente al incremento de postulaciones extranjeras.

El contexto no es menor: la escasez de médicos en algunas especialidades y regiones del país genera preocupación. Por eso, los cambios introducidos en el régimen de residencias están siendo observados con atención tanto por las autoridades sanitarias como por las universidades y los propios aspirantes, que ven en la residencia el primer paso real en su carrera profesional.

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