Nueva jornada de ataques cruzados entre Israel e Irán: crece la tensión y EE.UU. evalúa intervenir

El conflicto sumó otro capítulo con bombardeos masivos sobre infraestructura energética en ambos países. El saldo de víctimas supera los 230 muertos en Irán y 13 en Israel. Trump habría frenado un plan para asesinar al líder supremo iraní.
Por tercer día consecutivo, Israel e Irán intensificaron los ataques cruzados, centrados esta vez en refinerías, depósitos de combustible y plantas de energía. Las hostilidades, que ya provocaron al menos 224 muertos en territorio iraní y 13 en Israel, incrementan el temor a un conflicto regional de mayor escala, con eventuales implicancias globales.
Israel amplió ayer sus operaciones militares y golpeó más de 250 objetivos en suelo iraní. Entre los blancos alcanzados se encuentran instalaciones clave del sector energético, sedes del Ministerio de Defensa y del programa nuclear iraní. En particular, fueron bombardeados depósitos de crudo en Teherán y Bandar Abbas, así como instalaciones del yacimiento de gas South Pars. En tanto, la refinería de Shahr Rey, al sur de la capital iraní, también resultó gravemente dañada.
Por su parte, las fuerzas iraníes respondieron con un aluvión de misiles y drones contra territorio israelí. Varios proyectiles lograron superar las defensas antiaéreas y alcanzaron edificios residenciales en distintas ciudades, incluyendo Bat Yam, Tamra y Rehovot. En Tel Aviv, un misil destruyó parcialmente un complejo de viviendas, provocando la muerte de al menos 10 personas. El saldo total de víctimas israelíes desde el viernes asciende a 13 civiles.
Las imágenes difundidas por agencias internacionales muestran escenas de destrucción en centros urbanos y columnas de humo sobre importantes refinerías iraníes, reflejando el nivel de intensidad que ha adquirido el enfrentamiento. Los ataques simultáneos sobre infraestructura energética generan además preocupación por un posible impacto inmediato en los mercados internacionales de petróleo.
Mientras el conflicto escala, las posibilidades de una salida diplomática parecen diluirse. Las conversaciones previstas entre EE.UU. e Irán sobre el futuro del programa nuclear, que debían realizarse en Omán, fueron suspendidas. Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu descartó por ahora cualquier desescalada y sugirió que un eventual cambio de régimen en Irán podría ser una consecuencia del actual enfrentamiento.
En medio de este escenario, el expresidente estadounidense Donald Trump alimentó versiones sobre una posible intervención militar directa de EE.UU., al señalar que “es posible que nos involucremos”, aunque sin precisar en qué términos. Según trascendidos, Trump habría desactivado en los últimos días un plan israelí que contemplaba un ataque contra el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei.
El gobierno argentino, a través del presidente Javier Milei, condenó los ataques de Irán y calificó como “inadmisible” la reciente designación de un acusado en la causa AMIA como miembro de la Guardia Revolucionaria Iraní.
Mientras las hostilidades continúan, en Irán se han habilitado estaciones de subte y mezquitas como refugios antiaéreos ante la posibilidad de nuevos ataques. La comunidad internacional, en tanto, sigue con atención la evolución del conflicto, temiendo que la escalada desemboque en un enfrentamiento de mayores dimensiones en Medio Oriente.