Khamenei desafía a Trump y descarta rendirse: “No somos una nación que se entrega”

El líder iraní rechazó las amenazas del presidente norteamericano y advirtió sobre consecuencias graves si EE.UU. se suma al conflicto. Trump, ambiguo, no confirmó una eventual intervención militar directa.

En medio del clima de máxima tensión en Medio Oriente, el líder supremo de Irán, Alí Khamenei, calificó de “absurda” la exigencia del presidente estadounidense Donald Trump de que el régimen iraní se rinda de forma incondicional para poner fin a la guerra. En un mensaje grabado y difundido desde un lugar desconocido, Khamenei rechazó tajantemente la posibilidad y aseguró que una eventual intervención militar directa de EE.UU. generaría “daños irreparables”.

“Las personas sabias que conocen a Irán y su historia nunca utilizan el lenguaje de las amenazas. No somos una nación que se rinda”, afirmó el ayatollah en una alocución de tono desafiante, registrada en baja calidad y con eco, que fue transmitida por canales oficiales. La declaración se produjo tras las recientes advertencias del mandatario norteamericano, quien el martes había dicho que “sabemos dónde se esconde” Khamenei y que “es un blanco fácil”, aunque aclaró que no ordenará su eliminación “por ahora”.

Es la segunda aparición pública de Khamenei desde que se desató la ofensiva militar sobre territorio iraní. Según medios internacionales, Irán ya ha movilizado armamento y fuerzas militares para responder a una posible escalada, enfocando su estrategia en bases estadounidenses en Medio Oriente. Funcionarios iraníes reconocieron a The New York Times que, de producirse un ataque norteamericano, Teherán contraatacará primero en Irak y luego en otros países árabes donde EE.UU. tiene presencia.

“El enemigo debe entender que no logrará imponerse por la vía militar”, declaró también el canciller iraní, Abbas Araghchi. En la región, Washington mantiene actualmente unos 50 mil efectivos desplegados y ha enviado un nuevo portaaviones —el USS Ford— como refuerzo, lo que alimenta las especulaciones sobre una posible ampliación del conflicto.

Mientras tanto, la posición de Trump sigue sin definirse. Presionado por sectores de su base política que se oponen a una intervención directa, el mandatario evita confirmar sus próximos pasos y continúa con declaraciones ambiguas. “Nadie sabe lo que voy a hacer, puede que lo haga, puede que no”, dijo este miércoles en un mensaje que refuerza la incertidumbre sobre la postura definitiva de Estados Unidos.

Detrás de esta ambigüedad, también subyace el temor a que una intervención militar desemboque en bajas estadounidenses, algo que podría tener un fuerte costo político interno para Trump, quien enfrenta divisiones incluso dentro de su propio partido.

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