Irán atacó un hospital en el sur de Israel: 240 heridos y fuertes acusaciones contra el líder supremo

Un misil impactó en el Hospital Soroka de Beersheba. El gobierno israelí acusa directamente al ayatollah Khamenei. Teherán niega haber apuntado a un blanco civil y habla de un objetivo militar cercano.

En una grave escalada del conflicto entre Irán e Israel, un misil iraní alcanzó este jueves al Hospital Soroka, el principal centro médico del sur israelí ubicado en la ciudad de Beersheba, dejando al menos 240 heridos, entre pacientes y personal sanitario. El edificio sufrió serios daños estructurales, aunque se mantuvo en pie gracias a las evacuaciones preventivas de los días previos.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, responsabilizó directamente al líder supremo iraní, Ali Khamenei, y aseguró que “pagará por sus crímenes”. Desde Irán, la agencia oficial IRNA indicó que el blanco del ataque era una base militar cercana al hospital, perteneciente a la unidad tecnológica C4i del ejército israelí.

Un blanco civil en medio de fuego cruzado

El ataque se produjo poco después de las 7 de la mañana, hora local. Según fuentes del cuerpo de bomberos, el misil impactó de lleno en el cuarto piso del hospital, provocando un incendio y severos daños en sectores clave como el área quirúrgica, los sistemas de gas y aire acondicionado.

De los 240 heridos, 80 eran pacientes o personal del centro médico, aunque la mayoría sufrió lesiones leves gracias a los protocolos de emergencia activados previamente. El hospital había comenzado a funcionar en modo de contingencia, con salas trasladadas a subsuelos y estacionamientos.

Tras el ataque, el centro fue cerrado y quedó operando solo para urgencias extremas.

La tensión se traslada a Washington

En paralelo, la Casa Blanca anunció que el presidente Donald Trump evaluará en dos semanas si EE.UU. se suma formalmente a la ofensiva israelí contra el programa nuclear iraní, aunque por ahora mantiene abierta una vía diplomática.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó confianza en su aliado: “Ya están ayudando mucho”, dijo, desde las inmediaciones del hospital atacado.

Misiles con submuniciones y ofensiva israelí

El Comando del Frente Interno israelí confirmó que uno de los misiles utilizados por Irán estaba equipado con municiones de racimo, diseñadas para esparcir múltiples explosivos en una amplia zona, lo que multiplica el riesgo para la población civil. Sin embargo, no se precisó si ese misil fue el que impactó en el hospital.

Aunque Irán insiste en que no buscó dañar un objetivo civil, un alto funcionario militar israelí —bajo anonimato— reconoció que no hay evidencia concreta de que el hospital haya sido un blanco intencional.

Desde el inicio de la guerra, Irán ha lanzado cientos de misiles y drones contra Israel. Según fuentes castrenses israelíes, dos tercios de los lanzadores de misiles balísticos iraníes habrían sido destruidos por ataques aéreos, lo que explicaría la caída en la intensidad de los bombardeos recientes.

Escenario crítico en el sur israelí

El Hospital Soroka atiende a más de un millón de personas en el sur del país y, al momento del ataque, albergaba a 700 pacientes. La explosión se sintió incluso en zonas seguras del edificio, según relataron médicos presentes en el lugar.

El impacto de este bombardeo, tanto simbólico como operativo, supone una de las acciones más graves desde el inicio de la guerra hace una semana y marca un punto de inflexión en la escalada bélica entre Irán e Israel.

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