Invertir 6% del PBI en educación: un estándar global

Argentina adhiere al estándar internacional de invertir 6% del PBI en educación, clave para equidad social, crecimiento económico y estabilidad democrática.

Un estándar global con impacto local

Desde 2005, Argentina cuenta con la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo, que obliga a destinar un 6% del PBI a educación, ciencia y tecnología. El objetivo es claro: garantizar igualdad de oportunidades, mejorar la calidad educativa y fortalecer la investigación científica-tecnológica. Sin embargo, desde 2016 la meta dejó de cumplirse, lo que plantea un desafío para el futuro educativo del país.

El origen del 6% y su respaldo internacional

El porcentaje surge de la Declaración de Dakar (UNESCO, 2000) y ha sido adoptado por varios países latinoamericanos. Brasil, por ejemplo, fijó un 10% del PBI como meta en su Plan Nacional de Educación. Este estándar refleja un consenso global sobre la inversión educativa como motor de desarrollo económico y social.

Tres razones para invertir en educación hoy

  1. Equidad social: Las brechas educativas son extremas. El déficit en aprendizajes básicos perpetúa desigualdades y ciclos de pobreza intergeneracionales.
  2. Estancamiento económico: El bajo nivel de aprendizajes en Matemática y comprensión lectora impacta negativamente en la competitividad y la atracción de inversiones.
  3. Democracia y paz social: Una sociedad menos educada enfrenta mayores riesgos de exclusión, debilidad institucional y tensión social.

Reflexión de expertos internacionales

Premios Nobel como Milton Friedman, Amartya Sen y Joseph Stiglitz coinciden en que la educación es la inversión más rentable. Destacan el papel decisivo de los docentes y advierten que reducir sus salarios o limitar su capacitación es un camino hacia la desigualdad y la mediocridad.

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