Hidatidosis: enfermedad silenciosa transmitida por perros

La hidatidosis es una enfermedad parasitaria transmitida por perros. Conocé síntomas, contagio, prevención y tratamiento para protegerte.

Hidatidosis: una enfermedad silenciosa transmitida por perros

La hidatidosis, o equinococosis quística, es una enfermedad parasitaria causada por Echinococcus granulosus. Este parásito vive en el intestino de los perros sin afectar su salud, pero puede provocar graves daños en humanos y ganado. En Argentina, se notifican cientos de casos al año, aunque la enfermedad suele permanecer oculta durante años.


Qué es la hidatidosis y cómo se transmite

El ciclo de transmisión comienza cuando perros infectados expulsan huevos del parásito en sus heces. Estos contaminan el suelo, agua, verduras y el pelaje del animal. Humanos y ganado se infectan al ingerirlos:

  • Directamente, al contacto con perros infectados.
  • Indirectamente, por consumir agua o alimentos contaminados.

En zonas rurales, alimentar a los perros con vísceras crudas perpetúa este ciclo, incrementando el riesgo.


Síntomas de la hidatidosis

La hidatidosis suele avanzar sin síntomas, lo que complica el diagnóstico precoz. Los quistes hidatídicos crecen lentamente —hasta 30 cm— alojándose principalmente en hígado o pulmones. Entre los síntomas más comunes están:

  • Dolor abdominal.
  • Tos persistente.
  • Dificultad respiratoria.
  • Alteraciones neurológicas (en casos avanzados).

Muchas veces, el diagnóstico ocurre de manera fortuita mediante ecografías o tomografías realizadas por otros motivos.


Tratamiento para humanos y animales

En humanos, el tratamiento depende del tamaño y ubicación de los quistes:

  • Albendazol durante tres meses en casos leves.
  • Cirugía para quistes grandes o complicados.

En perros, la desparasitación periódica cada 45 días es esencial. En el ganado, la vacunación de ovinos y caprinos demuestra alta eficacia para prevenir la enfermedad.


Prevención: hábitos clave para evitar contagios

Las medidas preventivas requieren compromiso social, especialmente en zonas rurales:

  • No alimentar a perros con vísceras crudas.
  • Desparasitar a las mascotas cada 45 días.
  • Mantener la higiene de alimentos y agua potable.
  • Evitar contacto directo con perros infectados, especialmente en niños.
  • Cercar huertas y limitar la cantidad de mascotas.

El cambio de hábitos, junto con controles veterinarios y sanitarios, es fundamental para cortar el ciclo del parásito.


La importancia de la prevención

La hidatidosis no se transmite entre personas, pero cada caso evidencia la persistencia de un problema estructural ligado a costumbres rurales, higiene y control sanitario. Las provincias patagónicas como Neuquén y Chubut registran las tasas más altas de infección.

La prevención, la vigilancia y la educación comunitaria son las herramientas más efectivas para frenar esta enfermedad silenciosa que afecta a cientos de argentinos cada año.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *