Guillermo del Toro presenta su particular versión de “Frankenstein”
La película con Oscar Isaac y Jacob Elordi reinventa la historia de Mary Shelley, con cambios en personajes y trama.

Una visión personal de un clásico
Guillermo del Toro estrena su versión de Frankenstein, una adaptación que mezcla drama y horror con su estilo visual característico. La película, protagonizada por Oscar Isaac, Jacob Elordi, Mia Goth y Christoph Waltz, llega primero a salas seleccionadas y luego a Netflix el 7 de noviembre.
Del Toro, inspirado desde niño por la versión de James Whale de 1931, ofrece una reinterpretación que modifica la historia y los personajes sin perder el espíritu de la novela original de Mary Shelley. A los puristas puede parecerles un cambio radical: Elizabeth, interpretada por Mia Goth, deja de ser la prometida de Víctor para estar vinculada a su hermano menor, mientras Víctor muestra un perfil más villano y egocéntrico que en la obra literaria.
Personajes y trama reinventados
Entre las novedades, el personaje de Harlander (Christoph Waltz) es un mentor y financista de Víctor, que no existía en la novela. La Criatura, interpretada por Jacob Elordi, aprende a hablar observando a una familia ciega, y los conflictos se desarrollan principalmente en un buque cercano al Ártico durante la Guerra de Crimea, sustituyendo a Walton por el capitán Anderson como receptor de los relatos de Víctor y la Criatura.
Del Toro también introduce un detalle audaz: Mia Goth encarna a Elizabeth y a Claire, la madre de Víctor, un recurso que profundiza las relaciones familiares y la tensión narrativa. Asimismo, Víctor rivaliza con su padre tiránico (Charles Dance) y desafía a todo aquel que tenga mayor poder, reforzando la lucha con Dios y el destino, elementos centrales de la novela original.
Innovación visual y narrativa
La película no busca ser un filme de terror tradicional, aunque incluye escenas violentas y perturbadoras, característica del cine de Del Toro. La fuerza de la narrativa reside en la humanización de Víctor y en la construcción detallada de la Criatura, con sus uniones cosidas y andar estrafalario, que reflejan tanto la grotesca anatomía como la vulnerabilidad emocional del personaje.
El director combina elementos románticos y dramáticos con su imaginario visual, logrando un Frankenstein más accesible para quienes no han leído la novela, sin traicionar su esencia. Su enfoque se centra en la psicología de los personajes y en la intensidad de los conflictos, manteniendo el equilibrio entre horror, emoción y reflexión sobre la creación y sus consecuencias.
Libertad creativa y legado de Del Toro
Como en Pinocho y La forma del agua, Netflix le otorgó total libertad creativa, permitiéndole explorar su visión única. Guillermo del Toro demuestra una vez más su capacidad de reinventar clásicos literarios, transformándolos en obras que combinan sensibilidad, estética y profundidad narrativa, y que invitan al espectador a experimentar la historia desde una perspectiva fresca y personal.
