“Good Boy”: una película de terror contada desde la mirada de un perro

El filme protagonizado por Indy mezcla horror y comedia, ofreciendo un enfoque único en el género.

Terror desde la perspectiva de un canino

Good Boy es una propuesta inusual dentro del cine de terror: su protagonista absoluto es un perro llamado Indy. Dirigida por Ben Leonberg, la película cuenta con Shane Jensen y Arielle Friedman en roles humanos, pero el centro de la trama está en la mirada del retriever, que observa y reacciona a los sucesos aterradores que rodean a su cuidador.

La historia comienza cuando Todd (Shane Jensen) decide mudarse temporalmente a la antigua casa de su abuelo debido a una crisis personal de salud, llevando consigo a Indy. Desde el primer momento, la cámara adopta el punto de vista del perro, creando un clima de suspense y miedo que coloca al espectador en el lugar del animal.

Un rodaje desafiante y minucioso

Filmada durante tres años, la producción tuvo que adaptarse a las limitaciones de trabajar con un animal no entrenado de manera convencional. En ocasiones, en cuatro horas de grabación solo se lograban ocho segundos de metraje útil. Este nivel de detalle permitió que Indy se convirtiera en un verdadero protagonista, transmitiendo emociones y tensión a lo largo de toda la película.

Ben Leonberg desarrolló la narrativa para que el público sienta que la situación de Indy es más impactante que la de su cuidador. Desde sombras misteriosas hasta encuentros con un fantasma canino, el filme juega con la percepción del terror y la vulnerabilidad, haciendo que el espectador se preocupe y se identifique con el animal.

Viralidad y recepción

El estreno de Good Boy en Estados Unidos generó gran revuelo en redes sociales, con debates sobre el destino de Indy y comentarios sobre la efectividad de ver el horror desde la perspectiva de un perro. La película combina elementos clásicos del género con innovación narrativa, mostrando que incluso los esquemas de terror más tradicionales pueden renovarse con creatividad y paciencia en la filmación.

Un enfoque fresco para el cine de horror

Good Boy ofrece un giro inesperado al terror, al centrar la experiencia en un protagonista vulnerable y no humano. Esta perspectiva innovadora permite explorar emociones y reacciones diferentes, reforzando el suspense y el impacto de la historia. La combinación de terror, humor sutil y la mirada de Indy convierte a la película en un ejemplo de cómo los géneros pueden evolucionar mediante ideas originales y planteamientos audaces.

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