El dólar minorista cerró mayo en $1.200 y el BCRA perdió US$ 1.500 millones en reservas

El cierre de mes trajo movimientos clave en el frente cambiario y financiero: el dólar minorista finalizó mayo a $1.200 en el Banco Nación, mientras las reservas brutas del Banco Central sufrieron una fuerte caída de US$ 1.510 millones en una sola jornada, ubicándose en US$ 36.854 millones.
La baja en las reservas se explica por la salida de fondos vinculados a encajes bancarios en dólares, una dinámica habitual en los cierres mensuales, según indicaron fuentes del mercado. A lo largo del mes, la autoridad monetaria acumuló una pérdida total de US$ 2.106 millones, sin intervenir directamente en el mercado cambiario.
En el segmento mayorista, el dólar cerró a $1.189, tras haber tocado los $1.202 durante la rueda. La cotización mayorista subió 1,54% en mayo y acumula un alza del 15,12% en lo que va del año. “El ajuste semanal fue de $54,50, el más alto del año”, destacó el operador Gustavo Quintana.
Los dólares financieros también mostraron alzas: el dólar MEP se ubicó en $1.191 y el contado con liquidación (CCL) cerró en $1.204.
La suba de la divisa en los últimos días del mes respondió a una menor oferta de divisas —por una caída en las liquidaciones del agro— y un repunte en la demanda tanto de importadores como de ahorristas. Según la consultora LCG, también influyeron cierres de posiciones por cuestiones estacionales.
En el mercado bursátil, el Merval bajó 1,19% en la última rueda, aunque cerró mayo con una ganancia del 12%. Los bonos, por su parte, subieron 2% en el mes y el riesgo país cayó a 663 puntos, un retroceso del 10% respecto al mes anterior.
Desde LCG advirtieron que si bien la temporada de cosecha sigue aportando divisas, la demanda de dólares para ahorro y turismo puede crecer en la segunda mitad del año, en un contexto preelectoral. “Cuesta pensar que el tipo de cambio pueda estabilizarse en la banda inferior si no lo hizo hasta ahora”, señalaron. También pusieron en duda el impacto que podrían tener medidas como la reapertura del crédito en dólares o el plan de “dólares del colchón” en la oferta del mercado cambiario.
El dato final del mes refuerza la presión sobre el Banco Central, que debe cumplir metas de acumulación de reservas acordadas con el FMI, en un escenario de alta volatilidad financiera.