EE.UU. restringirá el ingreso a funcionarios extranjeros acusados de censurar a ciudadanos estadounidenses

El gobierno de Donald Trump dio un nuevo paso en su política de endurecimiento migratorio. Este miércoles, el secretario de Estado Marco Rubio anunció una medida que denegará visas a funcionarios extranjeros y a cualquier persona considerada “cómplice de censura” contra ciudadanos estadounidenses, en un guiño directo a regulaciones aplicadas por países de Europa y otras regiones.

“Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido multados, acosados e incluso acusados por autoridades extranjeras por ejercer su derecho a la libertad de expresión”, escribió Rubio en su cuenta de X. “La libertad de expresión es esencial para el estilo de vida estadounidense. Es un derecho innato que ningún gobierno extranjero puede coartar”.

La nueva directiva, que aún no detalla a qué países apunta específicamente, se suma a una serie de iniciativas implementadas por la administración republicana. Entre ellas, el congelamiento de entrevistas para visas estudiantiles y una revisión intensificada de las redes sociales de quienes solicitan ingresar a Estados Unidos.

Rubio argumentó que varios gobiernos extranjeros han tomado represalias contra ciudadanos y residentes estadounidenses por sus publicaciones en plataformas digitales estadounidenses. “No vamos a permitir que otros países interfieran con los derechos garantizados por nuestra Constitución”, sostuvo. “Ya sea en América Latina, Europa o cualquier otro lugar, se acabó el trato pasivo hacia quienes buscan socavar nuestras libertades”.

La medida parece alinearse con el proyecto “Sin Censores en Nuestras Costas”, aprobado por el Comité Judicial de la Cámara de Representantes a comienzos de este año. Esta iniciativa fue impulsada tras un fuerte cruce entre Elon Musk y el juez brasileño Alexandre de Moraes, quien ordenó a X (ex Twitter) eliminar contenidos, lo que fue interpretado por el entorno de Trump como una intromisión extranjera en la libertad de expresión.

En paralelo, Rubio también instruyó a las embajadas estadounidenses a suspender temporalmente las entrevistas para visas de estudiantes, apuntando especialmente a quienes hayan participado en protestas pro-palestinas en universidades como Harvard. Según la nueva orden, los diplomáticos deberán revisar las redes sociales de todos los solicitantes, capturando contenido considerado “potencialmente despectivo”, incluso si fue eliminado posteriormente.

El Departamento de Estado argumenta que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad nacional. “Utilizamos todas las herramientas a nuestra disposición para examinar quién quiere ingresar a nuestro país”, dijo la vocera Tammy Bruce. “Es un derecho soberano de cada nación saber quiénes intentan entrar, por qué y con qué propósito”.

Las decisiones del gobierno se enmarcan en un contexto político marcado por las tensiones en torno a la guerra en Gaza y por el resurgimiento de una narrativa que asocia la expresión política en redes con amenazas internas. Críticos y defensores de derechos civiles advierten que estas políticas podrían derivar en nuevas restricciones para la movilidad académica y la libertad de expresión a nivel global.

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