Diputados aprobaron suba a jubilaciones, pero el Gobierno anticipa veto

En una sesión cargada de tensiones políticas, la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto que contempla un aumento del 7,2% en las jubilaciones, la actualización del bono para quienes cobran la mínima llevándolo a $110.000, y la restitución de una fórmula de movilidad previamente derogada por decreto. Sin embargo, desde el Poder Ejecutivo ya adelantaron que la norma será vetada por el presidente Javier Milei, argumentando su alto costo fiscal.
El proyecto logró 142 votos a favor, con el respaldo de Unión por la Patria, bloques provinciales, la izquierda y sectores de la UCR, mientras que el oficialismo junto al PRO reunió 67 votos en contra y hubo 19 abstenciones. Si bien no se alcanzaron los dos tercios necesarios para blindar la ley frente a un veto presidencial, la Casa Rosada tampoco logró el respaldo suficiente para frenarla con comodidad, lo que deja al oficialismo ante un escenario de incertidumbre parlamentaria.
El aumento aprobado busca compensar la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron los haberes previsionales durante los primeros meses de 2024, en medio de una escalada inflacionaria. Además, se establece que el nuevo bono se ajuste en función del índice de precios, y se obliga a la ANSeS a transferir fondos a las provincias con cajas previsionales no armonizadas con la Nación.
Desde el Gobierno se sostiene que la iniciativa implica un impacto fiscal de más de 12.000 millones de dólares, por lo que consideran inviable su implementación sin comprometer el equilibrio de las cuentas públicas. No obstante, el diputado Nicolás Massot presentó un plan de financiamiento alternativo que incluye recortes en áreas específicas y la restitución de ciertos tributos, como el IVA a directores de empresas.
La votación reflejó un nuevo traspié legislativo para La Libertad Avanza, que no logró frenar la sesión pese a las gestiones de sus operadores. Mientras tanto, el debate dejó expuestas las fuertes divisiones internas tanto en el oficialismo como en sectores opositores. A medida que el proyecto avanza hacia el Senado, la tensión entre el Ejecutivo y el Congreso promete escalar.