Crece la presión internacional sobre Hamas por el plan de paz

Trump dio a Hamas 4 días para responder al plan de paz. Países árabes y la Autoridad Palestina lo respaldan. Qatar pide garantías sobre el fin de la guerra.

Trump endurece su posición

El presidente Donald Trump advirtió que Hamas tiene entre tres y cuatro días para aceptar el plan de paz de 20 puntos, presentado junto a Benjamín Netanyahu. “Si no aceptan, esto tendrá un final triste”, aseguró. Estados Unidos redobló la presión diplomática, en un escenario en el que Hamas aparece dividido tras dos años de guerra.

Respaldo de potencias árabes y Palestina

Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Jordania respaldaron la propuesta, al igual que la Autoridad Nacional Palestina, cuyo presidente calificó la iniciativa de Trump como “sincera y determinada”. El primer ministro palestino, Mohamed Mustafá, dijo estar dispuesto a asumir responsabilidades en Gaza y Cisjordania para tareas de reconstrucción y reformas.

Qatar, mediador clave

Qatar mantiene negociaciones directas con Hamas y pidió definiciones sobre la retirada del ejército israelí, el fin de la guerra y garantías contra ataques a líderes en el exilio. Su primer ministro, Mohamed bin Abdulrahman, destacó que el plan aún necesita “detalles adicionales” antes de ser aceptado.

Obstáculos y tensiones

El brazo armado de Hamas y la Yihad Islámica ya rechazaron la propuesta, aunque algunos dirigentes del grupo pidieron condiciones específicas para avanzar. La situación se complica porque sectores ultranacionalistas del gobierno israelí buscan prolongar la guerra y se oponen a concesiones.

Egipto y la solución de dos Estados

El canciller egipcio, Basrd Abdelaty, reclamó a Washington garantías para una solución de dos Estados que asegure el derecho a la autodeterminación palestina. Subrayó la necesidad de frenar la anexión de Cisjordania, retirar tropas de Gaza y garantizar ayuda humanitaria masiva.

Impacto regional y económico

El plan es visto por los países árabes como una vía para frenar la anexión territorial y abrir proyectos económicos de gran escala en alianza con Israel, siempre que se avance hacia un Estado palestino. Sin ese horizonte, los acuerdos de Abraham podrían quedar debilitados.

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