Ciberestafas en Argentina: pasos para proteger tu dinero
Crecen las ciberestafas en Argentina. Conocé los tipos de fraude, errores comunes y los cinco pasos clave para denunciar y recuperar tu dinero.

Tipos más frecuentes de ciberestafas
Las ciberestafas se sofisticaron en Argentina y afectan tanto a usuarios de dinero digital como a bancos tradicionales. Entre los delitos más comunes se destacan:
- Phishing: engaños que simulan ser empresas confiables para robar datos bancarios.
- Vishing: llamadas telefónicas de supuestos empleados de bancos o entidades estatales para obtener claves o inducir transferencias.
- Smishing: mensajes de texto con enlaces falsos o malware.
- SIM swapping: duplicado de la SIM del teléfono para acceder a cuentas.
- Fraudes laborales digitales: ofertas de empleo falsas que exigen pagos previos.
- Estafas con criptoactivos: aplicaciones o plataformas falsas que prometen rentabilidad garantizada.
Buenas prácticas para evitar fraudes
- Activar doble factor de autenticación en cuentas y redes sociales.
- No abrir correos, mensajes o enlaces de fuentes sospechosas.
- No compartir códigos, claves o datos de tarjetas.
- Evitar publicar problemas en redes; usar canales oficiales.
- No cargar dispositivos en puertos USB públicos.
Pasos para actuar ante una ciberestafa
- Actuar rápido: denunciar dentro de las primeras 24-48 horas aumenta la posibilidad de congelar fondos o revertir transferencias.
- Reunir evidencia: capturas de pantalla, correos, mensajes, links y comprobantes.
- Denuncia penal: en comisarías o fiscalías UFECI www.mpf.gob.ar/ufeciUFEDyCI o denuncias online en www.mpfciudad.gob.ar.
- Reclamo financiero: presentar queja ante el banco o proveedor de pagos y, si no hay respuesta, acudir al Banco Central o Defensa del Consumidor.
- Asesoramiento legal: abogados especializados pueden exigir la restitución de fondos y la reparación de daños.
Derechos del usuario y responsabilidad de las entidades
Según la Ley de Defensa del Consumidor (24.240) y normas del BCRA, los bancos y billeteras virtuales tienen responsabilidad objetiva por la seguridad de las operaciones digitales. Incluso si alegan “culpa del usuario”, deben probarlo. Transferencias o préstamos realizados sin consentimiento pueden ser anulados y el dinero recuperado.
