Ciberespionaje masivo de China afecta a más de 80 países
Una investigación conjunta de EE.UU. y Reino Unido revela el ataque Salt Typhoon de China, que comprometió teléfonos de políticos y empresas globales.

Ataque Salt Typhoon
Un ciberataque coordinado por el grupo chino Salt Typhoon afectó a más de 80 países y penetró en redes de telecomunicaciones, empresas y dispositivos de políticos, incluidos los teléfonos usados por Donald Trump durante su campaña. El operativo se extendió durante años y se considera uno de los más ambiciosos de China hasta la fecha.
Objetivos y alcance
El ataque se infiltró en compañías de telecomunicaciones, servicios de internet, empresas de alojamiento y transporte. Permitió escuchar llamadas y leer mensajes de texto sin cifrar, según autoridades estadounidenses y británicas. Funcionarios describieron la campaña como “descontrolada” e “indiscriminada”, con el potencial de rastrear activistas, espías y políticos a nivel global.
Sofisticación y estrategia
Expertos destacan la alta sofisticación técnica, paciencia y persistencia de los hackers. La operación refleja una evolución respecto a campañas previas, que eran más limitadas a objetivos específicos de seguridad o gubernamentales. Ahora, China apunta a controlar la infraestructura global de comunicación.
Implicancias para EE.UU. y aliados
Los datos robados podrían otorgar a las agencias chinas la capacidad de monitorear comunicaciones y movimientos de personas y organizaciones clave. La investigación vincula el ataque con tres empresas tecnológicas chinas operando desde al menos 2019 bajo la dirección de agencias de inteligencia militares y civiles de China.
Antecedentes y contexto
Salt Typhoon sigue la tradición de ciberespionaje chino, que incluye ataques a Marriott, aseguradoras de salud y sistemas gubernamentales de EE.UU. El episodio refuerza la percepción de que China se posiciona para dominar el campo de batalla digital global, según analistas de seguridad.