Boca y River en crisis: derrotas, críticas y desgaste de hinchas

Boca y River atraviesan un momento crítico: derrotas recientes, irregularidad en el rendimiento y creciente descontento de los hinchas.

Boca y River en crisis: hinchas pierden la paciencia

Los dos grandes del fútbol argentino atraviesan uno de sus peores momentos deportivos. Este fin de semana, Boca cayó ante Defensa y Justicia y River sufrió una derrota inesperada contra Riestra, sumando frustración y críticas de sus hinchas. Ambos equipos viven un presente plagado de derrotas, incertidumbre y cuestionamientos internos.

Boca: sin rumbo definido

Boca ganó solo 3 de sus últimos 18 partidos y acumula un año para el olvido. Tras la salida de Fernando Gago y la breve gestión interina de Mariano Herrón, Miguel Ángel Russo no logró consolidar un equipo competitivo. La eliminación de la Copa Libertadores, la caída en la Copa Argentina y la irregularidad en el torneo local profundizan la crisis.

La defensa, el arco y la delantera son puntos débiles: Agustín Marchesín no transmite seguridad, mientras que Miguel Merentiel, Edinson Cavani, Milton Giménez, Alan Velasco y Carlos Palacios no han rendido consistentemente. Solo Leandro Paredes aporta claridad, aunque no alcanza para revertir la situación.

El mal momento se traduce en malestar social: en la Bombonera hubo silbidos contra los jugadores y críticas a la gestión de Juan Román Riquelme, cuestionada por la falta de resultados pese a fuertes inversiones. Boca está sexto en la Zona A y cuarto en la tabla anual, con la Libertadores 2026 aún en duda.

River: un laberinto sin salida

El regreso de Marcelo Gallardo no logró devolver la solidez de su ciclo anterior. River acumula cuatro derrotas consecutivas —algo que no ocurría desde 2010— y quedó eliminado de la Libertadores y la Copa Argentina. Gallardo reconoce que el plantel sigue “en construcción”, pero la falta de funcionamiento y rebeldía preocupa a los hinchas.

La defensa presenta debilidades graves, los rivales aprovechan fácilmente las pelotas paradas y el equipo perdió intensidad. Gallardo probó diferentes variantes, pero no encontró una identidad clara. El promedio de edad del plantel apenas disminuyó pese a las incorporaciones de juveniles.

La presión sobre el entrenador aumenta: los hinchas se manifestaron con silbidos en el Monumental y crecen los cuestionamientos internos. El próximo partido contra Racing será clave para medir si River logra revertir su presente.

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