Boca, en crisis: la peor racha y dudas sobre Russo

El equipo atraviesa la peor racha sin triunfos en su historia. El mal ambiente crece y las críticas a Juan Román Riquelme llegan hasta el cuerpo técnico. El próximo partido será decisivo.

El peor momento en 120 años

Boca Juniors vive una crisis inédita. Nunca antes en sus más de 120 años de historia había acumulado once partidos consecutivos sin ganar. La falta de resultados golpea fuerte al plantel y a la dirigencia, generando un clima tenso que se siente tanto dentro como fuera del vestuario.


La fractura en el vestuario y la figura de Russo

El técnico Miguel Ángel Russo, que asumió hace poco más de un mes en su tercer ciclo al frente del equipo, no pudo revertir la situación. Con 15 partidos sin victorias en total, la confianza en su gestión está en duda. Se reportan tensiones internas, como la polémica salida de Merentiel, y versiones sobre un desgaste creciente del entrenador.


La influencia y el desgaste de Riquelme

Juan Román Riquelme, presidente y máximo referente, mantiene fuerte influencia en el armado del equipo, pero su crédito comienza a resquebrajarse. Decisiones sobre jugadores titulares y mercado de pases reflejan la intervención directa del exjugador, lo que genera divisiones internas y cuestionamientos sobre la conducción.


Un vestuario al borde del estallido

Problemas disciplinarios, lesiones y disputas entre jugadores evidencian una fractura profunda. La preferencia por ciertos futbolistas, las tensiones por decisiones técnicas y los conflictos con el cuerpo técnico contribuyen a un ambiente de malestar que afecta el rendimiento colectivo.


La exigencia de la hinchada y el futuro inmediato

El próximo partido contra Racing se perfila como una prueba clave. La afición exige una reacción inmediata tras la eliminación de la Copa Argentina y la derrota ante Huracán. Un nuevo tropiezo podría acelerar la salida de Russo y cambios en la dirigencia.


¿Se acerca el fin de ciclo?

Las versiones sobre el fin del ciclo de Russo y el desgaste de Riquelme crecen día a día. La tensión interna y la presión externa ponen en jaque la estabilidad del club, que busca retomar la senda del triunfo para calmar las aguas y reconstruir confianza.

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