Alimentos saludables, cuestan hasta un 37 % más caros
Un estudio del Congreso de Nutrición alerta que los alimentos nutritivos superan en un 37 % la canasta básica y afectan la salud de la población.

Brecha de precios en alimentos saludables
Un estudio presentado en el XXIII Congreso Argentino de Nutrición reveló que los alimentos saludables cuestan en promedio un 37 % más que la canasta básica. Esta diferencia impacta especialmente en hogares de menores ingresos y contribuye a la persistencia del sobrepeso y la obesidad, que afecta a más de la mitad de la población argentina. Más sobre nutrición en Argentina
Malnutrición en todas las edades
La investigación coordinada por el licenciado Sergio Britos muestra que la malnutrición atraviesa todas las etapas de la vida:
- Niñez: déficit de hierro, vitamina D, calcio, zinc y ácidos grasos esenciales.
- Adolescencia: escasez de vegetales, frutas y lácteos; exceso de panificados, harinas refinadas y snacks.
- Adultez: aparición de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y patologías cardiovasculares.
Acceso limitado a alimentos de calidad
El estudio alerta que la inseguridad alimentaria afecta al 35,5 % de los niños y adolescentes, lo que significa que más de uno de cada tres chicos no accede de manera sostenida a los nutrientes necesarios para su desarrollo. Aunque Argentina produce suficientes calorías y proteínas, el exceso de calorías combinado con déficit de nutrientes limita la calidad de la dieta. Datos FAO sobre nutrición
Educación alimentaria y políticas públicas
Los expertos destacan que la educación alimentaria es clave para cambiar hábitos de consumo, pero su implementación es aún insuficiente. El etiquetado frontal de alimentos muestra cambios limitados: un 30 % de los consumidores seguiría comprando lo mismo sin modificar hábitos. Por eso, proponen un “paradigma educativo transformador” para lograr un cambio progresivo y sostenido en el patrón alimentario de la población.
Implicaciones económicas
Comprar 100 calorías de alimentos saludables cuesta hasta siete veces más que con harinas o panificados. Además, la alta carga tributaria del 40 % sobre los alimentos aumenta el costo y limita el acceso a dietas equilibradas, afectando la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables.