Con reservas al límite, el Gobierno lanza un bono para atraer US$ 1.000 millones del exterior

En un contexto de fragilidad en las reservas del Banco Central, el Gobierno anunció el lanzamiento de un nuevo bono destinado exclusivamente a inversores internacionales. El objetivo es captar hasta 1.000 millones de dólares, en una operación que se suscribirá en moneda extranjera pero pagará rendimientos en pesos. Se trata del primer instrumento de este tipo desde 2018.
El anuncio fue realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que esta emisión no representa un aumento de la deuda, sino “un aumento del nivel de reservas en dólares del Banco Central”. La medida llega en medio de las dificultades del Gobierno para cumplir con las metas de acumulación de reservas acordadas con el FMI, y en un escenario donde aún no logra recuperar el acceso pleno a los mercados internacionales.
La licitación del bono está prevista para mañana. Según explicaron en Economía, el nuevo título apunta a reforzar el esquema cambiario tras el levantamiento del cepo. Caputo celebró la operación como un avance: “Argentina vuelve a ganar acceso a los mercados internacionales, para refinanciar capital de deuda en moneda local. Algo que la gran mayoría de los países hacen con normalidad, pero que para Argentina no era posible, dado el descalabro económico heredado”, expresó en su cuenta de X.
Caputo recordó que, debido a la situación heredada, el Banco Central sólo pudo retener una porción limitada de las compras récord de dólares realizadas el año pasado. “Es importante destacar que esta operación NO implica un aumento de la deuda bruta, ni tampoco neta. Solo un aumento del nivel de reservas en dólares del BCRA y una extensión significativa de duración de la deuda en moneda local”, insistió.
Sin embargo, en el mercado internacional tomaron el anuncio con cautela. En Wall Street calificaron la iniciativa como una jugada de “puro marketing”, ya que se trata de un bono bajo ley local y que pagará en pesos. “Las características principales de ‘volver al mercado internacional’ son dos: ley Nueva York y pago en moneda dura, o sea dólares o euros”, señalaron desde un fondo que opera en los mercados estadounidenses.
Caputo había declarado días atrás su intención de regresar este año a los mercados globales de deuda. No obstante, reconoció que el riesgo país sigue siendo alto, en parte por factores políticos. Actualmente, el índice del JP Morgan ronda los 650 puntos, muy por encima de los 360 puntos que registraba en enero de 2018, cuando Caputo accedió por última vez al mercado con una emisión que pagó hasta 6,95% de tasa.
En abril de 2019, Argentina perdió acceso al financiamiento externo y el entonces gobierno de Mauricio Macri acudió al FMI, que desembolsó US$ 44.000 millones. Ese préstamo fue luego refinanciado por la gestión de Alberto Fernández. En abril pasado, el gobierno de Javier Milei tomó deuda por US$ 20.000 millones, aunque esa suma permitiría refinanciar apenas poco más del 10% del acuerdo anterior, debido a los voluminosos vencimientos.
El nuevo bono, denominado Bonte, es a tasa fija, con vencimiento en mayo de 2030. Solo podrá ser suscripto en dólares por inversores internacionales, quienes utilizarán el tipo de cambio oficial vigente el miércoles. El instrumento podrá suscribirse a través de Euroclear, lo que facilita la operatoria para los fondos del exterior.
En paralelo, el Banco Central facilitó el camino con la comunicación A8245, que habilita a fondos no residentes a participar en licitaciones primarias del Tesoro con dólares directamente, sin necesidad de pasar por el mercado de cambios para adquirir pesos. Esta medida busca atraer capitales con un horizonte de inversión mayor a 180 días. “Esto incentivaría al carry desde el exterior”, señalaron desde la consultora PPI.
Así, el Gobierno apuesta a una operación clave para reforzar las debilitadas reservas, al tiempo que intenta dar señales de confianza a los mercados financieros.