“La vieja guardia 2”: Charlize Theron y Uma Thurman, eternas rivales en una secuela de pura acción

Disponible en Netflix, la película retoma la historia de mercenarios inmortales liderados por Theron y suma a Uma Thurman como villana. Combates, traiciones y un nuevo capítulo abierto en la saga basada en los cómics de Leandro Fernández.
Cinco años después del estreno de La vieja guardia, Netflix vuelve a apostar por sus mercenarios inmortales con una secuela que redobla la apuesta en términos de acción, aunque pierde algo del misterio que hacía atractiva la primera entrega. En La vieja guardia 2, dirigida por Victoria Mahoney, Charlize Theron regresa como Andy, guerrera milenaria que ahora enfrenta a Discord, una antagonista encarnada por Uma Thurman que parece sacada del universo de Kill Bill.
El film retoma a los personajes principales: Nile (KiKi Layne), la nueva recluta; la pareja conformada por Joe y Nicky (Marwan Kenzari y Luca Marinelli); Copley (Chiwetel Ejiofor), el agente de la CIA; y Booker (Matthias Schoenaerts), el soldado desterrado. El grupo, que ya no sorprende por su inmortalidad, deberá enfrentar una nueva amenaza con vínculos del pasado y motivaciones personales.
Inmortalidad y desgaste narrativo
El guion, basado en la novela gráfica creada por Greg Rucka e ilustrada por el argentino Leandro Fernández, mantiene el tono épico y global de la primera entrega, con locaciones que van desde Seúl y Roma hasta Yakarta y la región del Lago di Como (aunque se presenta como Split, Croacia). Pero, a diferencia del film original, la idea de la inmortalidad comienza a perder fuerza narrativa y ya no es el núcleo de intriga.
Uno de los giros que plantea esta segunda parte es que Andy había perdido su capacidad de regenerarse. Sin embargo, vuelve a encabezar las escenas de combate, una contradicción que la trama no termina de resolver. En paralelo, se insinúan relaciones del pasado, como el vínculo romántico con Quynh (Veronica Ngo), personaje que regresa con sed de venganza pero cuyo desarrollo queda relegado a un plano superficial.
Una dupla poderosa, pero desigual
El mayor atractivo de esta secuela es el enfrentamiento entre dos figuras icónicas del cine de acción: Theron y Thurman. Aunque ambas aportan carisma y presencia, el guion desaprovecha en parte la oportunidad de explorar más a fondo sus personajes. Discord, la villana, aparece como una figura potente pero sin la profundidad necesaria para volverla memorable.
La película arranca con una secuencia impactante en una ruta de montaña —la mejor escena del film—, que marca un pico de adrenalina difícil de sostener en lo que sigue. Si bien abundan las peleas cuerpo a cuerpo, persecuciones y coreografías bien logradas, el ritmo decae por momentos y el tono se vuelve solemne, con poco espacio para el humor o el contraste emocional.
Una saga que insinúa más de lo que concreta
Con un final claramente abierto, La vieja guardia 2 funciona como un puente hacia una tercera entrega. Quienes disfrutaron de la primera probablemente encuentren aquí suficientes motivos para seguir la saga. Pero quienes esperaban una evolución narrativa más sólida pueden quedarse con la sensación de que el universo de estos guerreros inmortales merecía un desarrollo más profundo.