Complican a Bolsonaro en el juicio por intento de golpe de Estado

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro enfrenta un complicado panorama judicial en el inicio de su juicio por un presunto intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022. En una audiencia celebrada en la Corte Suprema de Brasilia, su ex mano derecha, el teniente coronel Mauro Cid, reveló detalles que podrían agravar la situación del líder ultraderechista. Cid declaró que Bolsonaro había considerado un plan para activar un estado de sitio y convocar nuevas elecciones, con el fin de desconocer los resultados que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva.

El exmandatario, que se declaró inocente durante el receso de la audiencia, enfrenta serias acusaciones de liderar una “organización criminal” cuyo objetivo era evitar que Lula asumiera la presidencia. Según la fiscalía, el plan golpista fracasó por la falta de apoyo de las altas cúpulas militares, pero Bolsonaro y siete de sus excolaboradores podrían enfrentar penas de hasta 40 años de prisión por los cargos de intento de derrocamiento violento del Estado democrático de derecho y golpe de Estado.

El juicio, que ha llamado la atención a nivel internacional, dio inicio con las declaraciones de Cid, quien corroboró la existencia de un documento que proponía la activación de un estado de sitio y la organización de nuevas elecciones. Este documento, según Cid, fue presentado a Bolsonaro por sus asesores. El expresidente, a quien Cid acusó de haber ajustado el documento para “que solo usted quedara preso”, reconoció la existencia del plan, pero lo descalificó como un proyecto fallido. La afirmación de Cid generó una reacción irónica en la sala, con Bolsonaro riendo ante el comentario, mientras el juez Alexandre De Moraes, quien preside el caso, bromeaba sobre las “beneficios” que los demás involucrados habrían recibido, como un posible habeas corpus.

Además de estas declaraciones, Cid también ratificó la versión de que el general Walter Braga Netto, exministro de Defensa y excandidato a vicepresidente de Bolsonaro, le habría entregado dinero en una caja de vino. Según la acusación, esa suma de dinero iba a ser utilizada para financiar una operación de tropas especiales militares destinadas a asesinar a Lula, al juez Moraes y al vicepresidente Geraldo Alckmin. Estas acusaciones, si se confirman, añadirían una dimensión aún más grave al caso.

Un Testimonio Contundente, Pero Incompleto

Cid, quien firmó un acuerdo de colaboración premiada con la justicia, fue interrogado durante más de cuatro horas. Aunque ofreció detalles comprometedores sobre el supuesto plan de golpe de Estado, en algunos momentos mostró inseguridad y respondió con un “no recuerdo” a varias preguntas. A pesar de su testimonio, Bolsonaro sigue negando cualquier implicación en los hechos, defendiendo su inocencia y asegurando que la acusación se basa únicamente en las palabras de un “colaborador”.

El expresidente de Brasil, de traje oscuro y sin su habitual vestimenta informal, presenció la audiencia desde el banquillo de los acusados. Durante un receso, en conversación con la prensa, Bolsonaro se mostró confiado: “Tengo la conciencia tranquila”, dijo, y descalificó las acusaciones que pesan sobre él como infundadas.

Conexión con los Hechos de Enero de 2023

Este juicio también se conecta con los disturbios ocurridos en enero de 2023, cuando seguidores de Bolsonaro asaltaron las sedes del Congreso, la Corte Suprema y el Palacio del Planalto para exigir la intervención militar y el derrocamiento de Lula. Estos hechos, que causaron indignación en Brasil y en el mundo, son parte del expediente de la fiscalía, que vincula al expresidente con los asaltos.

Las audiencias, que están siendo transmitidas en vivo, podrían extenderse hasta el viernes, y se espera que Bolsonaro declare en los próximos días. El proceso avanza más rápido de lo esperado, con las partes implicadas preparando sus argumentos para una eventual condena. Aunque el expresidente tiene derecho a guardar silencio, había declarado previamente que respondería “sin ningún problema” a las preguntas del tribunal.

El Futuro del Caso

A pesar del ritmo acelerado del juicio, la Corte Suprema aún podría escuchar nuevos testigos y recibir los argumentos finales antes de que los magistrados emitan su veredicto. Bolsonaro ha pasado los últimos días en la residencia de su aliado, el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, preparando su testimonio. El desenlace de este proceso judicial podría tener implicaciones profundas no solo para el futuro de Bolsonaro, sino también para la estabilidad política en Brasil, donde la figura del expresidente sigue siendo polarizadora.

Las audiencias y el juicio continúan captando la atención pública y mundial, mientras la situación legal de Bolsonaro se torna cada vez más crítica.

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